La Cofradía de la Piedad confía en desfilar con su primer indultado en seis años
Semana Santa ·
La hermandad presentó su propuesta el pasado enero y espera que el Consejo de Ministros autorice la medida de graciaSemana Santa ·
La hermandad presentó su propuesta el pasado enero y espera que el Consejo de Ministros autorice la medida de graciaLa Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad cuenta las horas que faltan para el Consejo de Ministros y poder despejar definitivamente la duda: que el preso que han propuesto este año como indultado pueda salir con ellos en el desfile procesional del Jueves Santo ... por la tarde. De ser así, rompería con la tendencia y sería el primer indulto a un recluso que el Gobierno concede a la hermandad en los últimos seis años. Subraya el hermano mayor de la Cofradía, Ángel Herrero Ortiz, que presentaron la propuesta el pasado mes de enero, una propuesta que está respaldada por la Audiencia Provincial de Valladolid y el Colegio de Abogados. La excarcelación se contempla para presos con penas reducidas o que estén en la última fase de cumplimiento y que no hayan cometido delitos de sangre ni de violencia de género.
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El Boletín Oficial del Estado publicaba este pasado miércoles cinco indultos, dos de ellos solicitados por cofradías de Castilla y León, pero no figuraba el solicitado por la cofradía vallisoletana. Los reclusos indultados formalmente por el Gobierno para esta Semana Santa son una mujer condenada por robo con fuerza en Salamanca y un hombre condenado por robo, en León. El resto de los beneficiados por la medida de gracia son el autor de un delito contra la propiedad industrial, en Granada; un traficante de drogas al menudeo de Málaga; y un condenado por estafa, en Toledo.
Los 17 indultados vallisoletanos para los que la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad pidió la medida de gracia a los gobiernos de los últimos 23 años se arrepintieron, pidieron perdón y tuvieron la oportunidad de «una segunda vida». Incluso algunos de ellos ingresaron en la hermandad y desde la directiva de la penitencial se protege a cal y canto su anonimato, incluso de la curiosidad de sus otros hermanos cofrades. La salida del reo, oculto con un capirote, se realiza al paso del resto de los miembros de la cofradía, cuando el desfile se detiene ante el palacio de la Audiencia Provincial, en la calle Angustias.
El indulto es una medida de gracia que puede tomar el Gobierno pero tiene que ser rubricada por el Jefe del Estado y que consiste en perdonar la pena, parcial o totalmente, a una persona condenada por sentencia firme que no es reincidente en el delito. Puede ser solicitada por instituciones, como en este caso, la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad, o particulares. Cuando se concede el indulto, que debe estar debidamente motivado, se extingue la responsabilidad penal de la persona pero no la civil. Es la ministra de Justicia, Pilar Llop, la que eleva la propuesta al Consejo para su aprobación.
La tradición de solicitar indultos en esta Cofradía se remonta a casi ochenta años atrás, a la posguerra, aunque hubo «un parón» cuando la cárcel vieja de la calle Madre de Dios, inaugurada en 1935, dejó de prestar su función cuarenta años después y los presos fueron trasladados al actual centro penitenciario de Villanubla. Los reos valliosletanos que han sido indultados a lo largo de estos años habían sido condenados por delitos económicos, estafas y 'menudeo' de drogas a pequeña escala, robo con fuerza a domicilio, lesiones y otras infracciones que conllevan penas inferiores a los cuatro años de prisión. Su comportamiento en el centro penitenciario, su evolución personal de reconocimiento del daño causado o la situación de su familia fuera de los muros penitenciarios aconsejó a la comisión (integrada por el presidente de la Audiencia, el decano de los abogados y la directiva de la cofradía) pedir al Gobierno de turno que se les diera una segunda oportunidad. Y la mayoría, la aprovecharon.
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Desde 2017, la Cofradía de La Piedad no ha podido cumplir con esta tradición durante la procesión de la Penitencia y Caridad, uno de los actos principales del Jueves Santo y de la Semana Santa vallisoletana, declarada de interés turístico internacional. El último indultado, en 2016, fue un empresario textil condenado por delitos económicos a tres años y seis meses de prisión por una estafa de 251.000 euros cometida entre 2003 y 2009. El Consejo de Ministros le concedió esta gracia con la condición de pagar la multa impuesta y una vez solicitado el perdón a las personas perjudicadas, a quienes devolvió el dinero.
La preocupación por la situación de los presos de la Cofradía de la Piedad se remonta, según los documentos de la hermandad, a 1504, con la presencia de los hermanos mercenarios que se dedicaban a liberar y reinsertar a penados. La tradición fue asumida por La Piedad a mediados del siglo pasado. Hay constancia de que en diciembre de 1955 la cofradía sufragó la última cena y la sepultura del último ajusticiado por asesinato en Valladolid, condenado a morir en el garrote vil.
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