A clase sobre dos ruedas

Reivindicar una movilidad sana, activa, amable y sostenible. Ese era el objetivo de la gran bicicletada organizada en la mañana del viernes en el IES Ramón y Cajal. 230 profesores y alumnos cogieron ayer sus vehículos de dos ruedas para conquistar las calles del barrio de Delicias. Esta actividad se enmarca dentro del proyecto integral y transversal 'Yo pedaleo, ¿Y tú?' que se focaliza en materias muy diversas desde la movilidad, hasta la salud mental o la nutrición y que trata de fomentar el uso de la bicicleta entre los estudiantes de Secundaria, y jóvenes en general, animándoles a utilizarla para desplazarse por la ciudad y especialmente hasta el instituto.

A las 12:30 horas se pusieron en ruta y atravesaron las principales vías del barrio, el Paseo Juan Carlos I, Canterac, la Avenida Segovia, Farnesio, Embajadores, General Shelly y Arca Real hasta llegar al Parque de la Paz donde hicieron un descanso y leyeron un manifiesto relacionado con el desarrollo sostenible y la movilidad sin humos, antes de emprender el viaje de vuelta al instituto. Bien escoltados por agentes de la policía municipal, encabezaron el pelotón aquellos que iban sobre patines, patinetes y monopatines. Lo continuaban los alumnos de los cursos inferiores y los que no tenían tanto dominio de la bicicleta. «Somos un centro educativo sostenible y dentro del proyecto interdisciplinar que llevamos a cabo, este año hemos incluido esta actividad por segundo año consecutivo y con mucho éxito. Hacemos charlas, talleres de reparación de bicicletas y esta salida en bici que sirve para promocionar la movilidad limpia. Es una manera también de darnos a conocer en el barrio», explica César Salamanqués, profesor de Latín y Griego de este centro educativo y uno de los impulsores de esta iniciativa. Para el claustro de este instituto, es importante inculcar valores de sostenibilidad desde una edad temprana. «Consideramos que es una buena manera de animar a los alumnos y a los profesores para que vengan al centro en bicicleta y prescindan del coche», añade este profesor que acude a diario a trabajar sobre dos ruedas.

A la hora de organizar esta actividad se han topado con la circunstancia de que muchos de sus alumnos no tienen bicicleta o que no saben montar. Para superar este obstáculo, el centro educativo decidió ir más allá y organizar un taller de reparación de bicicletas antes del evento principal, que sirvió para enseñar a los estudiantes a reparar y mantener sus bicicletas y a la vez, proporcionó la oportunidad para aquellos que no poseían una propia, de formar parte de la actividad. Este gesto contribuyó a aumentar la participación y promovió la idea de la movilidad sostenible como algo accesible para todos. Otros alumnos optaron por acudir a la estación de alquiler municipal Biki, que está enfrente del centro educativo, para tomar prestada una bicicleta. Es el caso de Destiny, de 16 años. «Yo si tengo bici y suelo salir a hacer rutas, pero mi amiga no tiene. Así que me he descargado la aplicación y se la he alquilado yo. Ha sido muy rápido y cómodo. Esta actividad me parece muy interesante y nos sirve para aprender mientras nos divertimos», comenta este joven.

Esta iniciativa saludable y educativa, no solo captó la atención de los participantes, sino también de los vecinos y transeúntes, que sorprendidos al ver pasar al pelotón de jóvenes ciclistas pedaleando y patinando en unas vías que normalmente tienen un tráfico denso, no escatimaron en aplausos y muestras de apoyo.

• Temas
• Delicias
• Sostenibilidad