Cinco vallisoletanos ante la EBAU: «Nos han preparado muy bien para este momento»

La EBAU, tal vez la palabra más repetida en este último curso de Bachillerato. Pronunciarla es sinónimo de nervios, estudio intensivo y pensar en un futuro, que para muchos, aún es incierto. Solo quedan cinco días para repasar los apuntes, consultar dudas de última hora (en ocasiones a la desesperada) y que los aularios se llenen de nuevos aspirantes universitarios.

«Lo que pase durante esos días va a definir nuestro futuro», explica Víctor García, un alumno del Instituto Politécnico Cristo Rey que pretende el próximo año estudiar la carrera de Física. Jugarse la entrada a la carrera de sus sueños tal vez es lo que más asuste a la hora de realizar una prueba con la que «nos han presionado durante todo el curso». Sin embargo, cinco días antes muchos de ellos dejan los nervios a un lado y se centran en el objetivo final. «Los nervios son inevitables pero nos han estado preparando muy bien para este momento y ahora estoy tranquilo», añade García que durante estos días ya ha hecho un balance de los exámenes que pueden salir mejor o peor. «Física es la carrera que quiero hacer y con esa no tengo problemas, eso sí, no puedo decir lo mismo de lengua e inglés, esas cuestan más», aclara.

Y es que además de oír la palabra «selectividad» hasta en la sopa, muchos estudiantes están expuestos a los comentarios veteranos de otros estudiantes (ya universitarios) que han superado la prueba hace tiempo. «No es para tanto» o «Son exámenes que están sobrevalorados», son el repertorio favorito que lanzan a modo de consejo algunos veteranos. Pero claro, hasta que no lo has pasado, no puedes decirlo. Tal vez en unos días estos estudiantes usen esa frase, pero por el momento «hay que darlo todo para poder llegar hasta el final», anunciaba Daniel Ares,otro estudiante del Cristo Rey que está estudiando «como nunca» para llegar a su meta. Estudiar medicina.

Lo que está claro es que hay que dedicarle tiempo y ganas. Aquí nadie regala nada. Aunque a lo largo de los años las condiciones de la prueba han ido cambiando, el miércoles cinco de mayo cientos de estudiantes se someterán a una prueba, con más o menos nervios, en un entorno diferente y teniendo en mente una nota de corte por la que lucharán hasta llegar a ella. Eso no cambia a lo largo de los años.

Muchos de ellos ya se imaginan cómo será el ambiente del primer día de exámenes. «Soy consciente que ese día me van a venir los nervios pero intentaré mantener la calma porque si no me lo voy a poner muy difícil a mi mismo», subraya Bruno López, otro estudiante que se presentará a la «temida EBAU» el próximo miércoles. Aunque por ahora permanece tranquilo. «El estrés lo tuve a principio de curso pero al final me relajé. Si has estado atento, por lo general ya lo tienes todo casi estudiado», argumenta el estudiante que en estos días está haciendo especial hincapié en mates y tecnología. «Son las asignaturas que me ponderan dos puntos», se justifica. Y es que para esto no hay excusas, cada uno busca sus propios métodos para llegar a la meta. «Estos días estoy aprovechando a estudiar en clase con los profesores y en casa me pongo con lengua e inglés», afirma.

Quien también se ha aplicado esta regla es Alejandro Casares que está estudiando en casa las asignaturas que más le ponderan «Física y Matemáticas y las que son obligatorias como Historia de España, Historia de la Filosofía y Lengua las estoy dejando un poco para el último día», añade. Un último día que se acerca y donde los nervios irán apareciendo a medida que se acerque la hora, algo de lo que ellos también son conscientes. «Digo que no los tengo, pero en verdad, nos los han metido siempre. Todo es ver cómo se da al final», concluye con esperanza.

Algunos esperan que no cambie mucho la cosa de un año a otro. «Espero que Matemáticas sea como los últimos años y no aumente mucho la dificultad», señala Angel Merillas, otro estudiante que se paraba en la entrada del Cristo Rey a charlar con sus compañeros. Lo que más le está costando, como a otros muchos, es «Historia de España sin duda es la asignatura que presenta un temario más amplio, aunque como lo he estado estudiando a lo largo del curso tampoco supone un problema muy grande», termina.

Ahora solo les toca (como dirían sus familiares) «dar el último empujón» y estar tranquilos, algo que es no es tan fácil como parece, pero que como siempre, se intentará a la espera de un resultado que ahora supone algo crucial y que en unos años será una anécdota más para recordar.

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