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Los amantes de la tortilla tienen una eterna discusión. ¿Con cebolla o sin cebolla? ¿Cuajada o poco hecha? Ahora también podríamos añadirle otra disyuntiva más, ¿con pera o con coliflor? o tal vez… ¿con macarrones o alubias verdes? No. No nos hemos vuelto locos. Lo ... que ocurre es que los hosteleros vallisoletanos cada vez apuestan más por reinventar este plato tan español y sorprender a sus clientes con nuevos e increíbles sabores y texturas.
Hace meses ya descubrimos algunos de los mejores sitios de Valladolid donde la tortilla de patatas es la reina de la barra. Hoy, El Norte, propone otra interesante ruta tortillera, esta vez… de sabores tan deliciosos como sorprendentes. Porque la tortilla, está buena con casi cualquier ingrediente y si no… comprobémoslo. ¡Arrancamos ruta!
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Eusebio Álvarez lleva 40 años en la hostelería, 9 de ellos en este bar situado en el corazón del barrio de la Rondilla. En su carta abundan interesantes manjares, como el pulpo, el lacón con pimientos o el arroz con bogavante. Pero si hay algo que Eusebio domina a la perfección, son los callos y la tortilla. ¿Y por qué no juntarlos? La idea se la dio un cliente y… ¡Bendita la hora! Porque el resultado no puede ser más delicioso. Eso si… el que quiera probar esta mezcla tan brutal, deberá encargarla por anticipado y Eusebio la cocinará al momento. «La servimos recién salida de los fogones. Cuando todavía está chisporroteando. De esta manera el huevo está poco cuajado y… al juntarse con los callos el resultado es excepcional», comenta. «La hacemos con patatas de la mejor calidad, huevos frescos y con unos callos hechos artesanalmente, tal y como se cocinaban hace 40 años. La base es una tortilla y cuando todavía está sin cuajar, echamos los callos encima. Lo más importante es que estén hechos de forma casera y con mucho mimo. El huevo se termina de cuajar con la salsa de los callos. La sacamos hirviendo a la mesa y en la misma sartén. Es una delicia», invita este experimentado cocinero, que destaca por la generosidad de sus raciones. «He hecho tortillas de casi todo. Muchos clientes vienen y me piden que se la haga de sabores especiales y yo me presto a todo. Las he hecho de espárragos trigueros, mexicanas, picantes… aquí, todo lo hacemos al gusto del consumidor», añade.
Sin duda alguna, el Tívoli es un lugar de parada obligada para los amantes de la tortilla. La suya es deliciosa, poco cuajada, suave a la vez que contundente y además, siempre, la acompañan de un buen pan para untar y de una buena sonrisa. «Aquí disfrutamos de nuestro trabajo. Lo más bonito de la hostelería es la estrechísima relación que tenemos tanto con los clientes, como con los proveedores», explica Dani, hijo de Eusebio y el rey de la barra.
Dirección: C/ Cardenal Torquemada, 19 - Valladolid
Precio: Tortilla de callos para 3 personas: 18 euros
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«¿Y por qué no?» Eso es lo que se pregunta siempre Paco Canaima, cuando se le enciende la bombilla y se le ocurre algún ingrediente que agregar a sus deliciosas tortillas. La barra de su restaurante, que lleva su mismo nombre, está poblada de increíbles y sorprendentes sabores. Hoy, por ejemplo agasaja a sus clientes con tortilla de pera, de coliflor, de setas, de chipirones en su tinta y la de patatas tradicional, «siempre sin cebolla», aclara. «No le añado cebolla, a no ser por encargo, porque considero que a los que les gusta este ingrediente, la pueden comer 'sin', en cambio, los que lo odian, no lo toleran en absoluto. Así que ésta la come todo el mundo», comenta.
Con cada consumición, siempre ofrece una tapita de tortilla gratis y presume de que todas tienen un sabor suave y apetecible. «Hay clientes a los que de entrada, ofrecerles una tortilla de coliflor les puede sonar a un sabor fuerte, pero nada de eso. Una vez que la prueban, les encanta por su suavidad», comenta. En su repertorio de tortillas, las hay muy especiales, como la de callos con garbanzos, la de vino tinto, la de caldo de cocido, de alubias verde, de alubias blancas… «Llevo 50 años en la hostelería y siempre me ha gustado experimentar con las tortillas. ¡Imagínate las que habré hecho en mi vida! Es lo que mejor se me da y me encanta. En la soledad de la cocina, siempre estoy dando vueltas a nuevos sabores. Se las doy a probar a los clientes y son los que me dicen 'adelante' o 'no la hagas más'. Ellos son el mejor termómetro», se ríe. «Quizás una de las más delicadas es la de macarrones, porque no cuaja bien el huevo debido a la pasta, pero también está rica», explica. «La de espinacas está buenísima. Es una pasada», dice desde el otro lado de la barra Raúl Sahagún, uno de los habituales de este restaurante. ¡Habrá que ir y probarla!
Dirección: San José de Calasanz, 59 - Valladolid
Precio: Pincho de tortilla: 2 euros - Tapa de tortilla gratis con cada consumición
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Los amantes de las quisquillas y de la tortilla están de enhorabuena estos días. Ya que pueden probar una de las recetas más deliciosas de su carta. La tortilla vaga de quisquillas. «Estamos en época de ellas y no es fácil conseguirlas. Así que no siempre se la podemos ofrecer al público», dice Susana Rodríguez, cocinera de este restaurante.
¿Qué es una tortilla vaga? Como su mismo nombre indica, es una tortilla de elaboración muy sencilla, ya que, a diferencia de la tortilla clásica, a ésta no hay que darle la vuelta. Sólo se cocina por un lado, lo cual, no quita para que sea una receta deliciosa y con muchas posibilidades. «Está cuajada por abajo y jugosísima por arriba. Lleva quisquillas de Motril, que se caracterizan porque tienen las huevas azules. Se echan a la tortilla en crudo, lo justo para que se hagan un poquitín con el huevo sin cuajar. La rematamos con una mayonesa de ajo negro, cebolleta china y alga codium. La tenemos en nuestra carta de restaurante, sólo en temporada. También ofrecemos tortillas de cocochas o de alcachofas», comenta Susana.
En la barra, para los desayunos disponen, además, de una amplia variedad de sabores. En este caso llevan patata e incluyen además otros ingredientes. «Las tenemos de atún, pisto, bacalao, morcilla, chorizo y hasta de sobrasada», agrega.
Dirección: C/ del Monasterio de Santa María de la Vid - Valladolid
Precio: Entre 15 y 20 euros, en función del número de comensales
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En plena calle Torrecilla encontramos un bar con 41 años de historia, en el que la tortilla es la reina de las mañanas y desayunos. Hacen de diferentes tipos y sin duda, la más especial es la tortilla de calabacín. Su artífice es Milagros Caselles, que regenta este establecimiento junto con su marido Salvador Latorre y su hijo. «Nuestra tortilla sólo lleva calabacín y huevo. El secreto de su preparación está en laminar el calabacín muy finito y en batir muy bien los huevos. Con mucha paciencia, lo cuajamos todo en la sartén y queda como una especie de tarta de calabacín. Está muy rica», invita esta cocinera y hostelera.
Otras variedades que encontramos en su mostrador son la de patatas con cebolla caramelizada, la de chorizo picante, la de pavo y queso y la rellena de cangrejo. «Sin duda alguna, la favorita de la clientela es la de cebolla. Por cada cuatro que vendemos de cebolla, vendemos una del resto de sabores, pero si que es verdad que hay muchos amantes de otros sabores», agrega Milagros. «La empecé a hacer, porque uno de nuestros clientes era diabético y nos sugirió que eliminásemos la patata y sólo echáramos calabacín. El resultado nos encantó. La proporción siempre es la misma, un kilo de calabacín y 10 huevos. Hacemos muchísimas tortillas para llevar por encargo. Tenemos una clientela fiel», destaca.
Dirección: C/ Torrecilla, 14
Precio: Pincho de tortilla: 2 euros - Pincho de tortilla rellena: 2,50 euros
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A aquellos a los que les gusta acompañar la caña, un vermú o un vino fresquito a la hora del aperitivo, con una buena tortilla, encontrarán su sitio ideal en este establecimiento, en el que suelen salirse de las recetas tradicionales y cada día sugieren nuevos sabores con los que sorprenden gratamente a sus clientes.
Allí su especialidad es la tortilla campera, que lleva entre sus ingredientes patata, jamón york, queso y chorizo. «Es la que más gusta a nuestros clientes. La mayoría la prefieren poco cuajada. En pincho también ofrecemos la de patata tradicional», enumera Jaqueline Galindo, camarera de este establecimiento.
La hora punta de venta de la tortilla son los desayunos en los cuales, los pinchos y montaditos son de lo más apetecible y desaparecen rápidamente. «Los montaditos los hacemos con muchas variedades de tortilla, las principales son la de queso, la de morcilla, la de champiñón, queso y ajo, la de jijas o la de pimiento, queso y patatas», remata Jaqueline.
Dirección: C/ Angustias, 11 - Valladolid
Precio:
Ya lo has visto. Valladolid ofrece infinitas opciones para los amantes de las tortillas. Esperamos que esta ruta te haya resultado de lo más deliciosa. Si quieres conocer otros recorridos gastronómicos, pásate por nuestro espacio web dedicado a los mejores sitios para comer y beber en Valladolid. Allí conocerás cuáles son los mejores chipirones, los mejillones más sabrosos o las gildas más resultonas. Cuéntanos cuál es la tortilla más especial que has probado en Valladolid. Esperamos tu recomendación en los comentarios de la noticia.
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