Valladolid

Al menos cinco denuncias por el saqueo del edificio de Goya

Tras cuantificar los daños y los objetos sustraídos, se encaminaron a dependencias de la Policía Nacional para dar a conocer los hechos. El testigo lo ha recogido nuevamente la Unidad de Robos para intentar esclarecer quién, cuándo y cómo entraron en el bloque explosionado. Al parecer, durante las últimas semanas, según han declarado los vecinos, han debido estar campando a sus anchas por el interior. Además de llevarse todo objeto a la vista o escondido, los sospechosos han llegado a dormir algún día en el interior (el edificio no está okupado) y han comido productos no perecederos hallados en los armarios de las cocinas. Hasta han abierto y bebido botellas de vino que no fueron retiradas en su día por los propietarios.

Nuevamente, los vecinos se han visto contrariados ante el escaso avance de las obras de rehabilitación, así como por la espiral de robos en sus casas. «Se han llevado las mirillas de las puertas», agregan en sus denuncias los afectados. En cambio, otros moradores han optado por replantearse dar a conocer los hechos a la Policía. «¿Y a quién denunciamos? No sabemos quién ha podido ser», se responden ellos mismos tras corroborar que ya casi nada les queda en el interior.

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Aun así se preguntan cómo han podido acceder al interior del número 32, con una parte claramente dañada. Piensan que han subido, tal vez ayudados por una escalera o apoyados en la zapata de hormigón instalada para reforzar la estabilidad del inmueble, para llegar directamente al primer piso, epicentro de la explosión. A partir de ahí, moverse por el inmueble resulta más sencillo al estar las puertas arrancadas en la mayoría de las viviendas.

Este último saqueo, el más grave de todos los vividos en diez meses de tragedia para los propietarios (siguen sin poder volver a sus casas), se suma a un primer robo de joyas, objetos de gran valor sentimental y dinero a una mujer de avanzada edad en noviembre y al de hace dos meses, cuando fue sorprendido un joven con móviles mientras salía del inmueble. Fue detenido.

Después de que el edificio haya sido desvalijado este viernes, la Policía Municipal ha intensificado este sábado la vigilancia con su presencia 24 horas. «Había protección hace unos meses, pero se retiró porque no se puede estar allí todos los días. Se ha estado pendiente siempre», ha recalcado el concejal de Seguridad Ciudadana, Alberto Cuadrado.