Cinco deliciosas propuestas gastronómicas para Navidad

Alvar Hinojal tiene un talento innato para la cocina y para anticipar en su cabeza como será el resultado de cada mezcla de sabores. Su mente inquieta, su memoria gustativa, su pasión por su profesión y el original estilo que muestra en cada plato, le han hecho llegar a lo más alto de la cocina vallisoletana en general, y de la cocina molecular en particular. Natural de Guardo, regenta en Valladolid desde hace 4 años, este interesante restaurante en el que juega con las texturas, los ingredientes y las técnicas para lograr unos resultados sorprendentes y deliciosos. Lo suyo es pura ciencia y en su chaquetilla ya brilla su primera estrella Michelín. Posiblemente no sea la última. «La estrella ha supuesto para todo el equipo una inyección de moral brutal. Nos obliga a querer superarnos cada día, ya que también el cliente acude a nosotros con nuevas expectativas», dice.

Para esta ruta de El Norte, este alquimista de la cocina ha elaborado tres platos, a cuál más interesante. El primero son unos capeletis (raviolis) rellenos de boletus que van acompañados por una salsa de chirivía, una gamba marinada, un aire de gambas y unas huevas de trucha. El segundo plato se trata de una merluza de pincho acompañada de pil pil y clorofila marina. Para terminar, propone un jarrete al que añade tubérculos, en este caso boniato y trufa, un plato que lleva 36 horas de cocinado. «Son platos que hemos elaborado para nuestro menú navideño Take Away. En esta época del año, hay clientes a los que les gusta investigar nuevos sabores y otros que se decantan más por las opciones más clásicas. Nuestra cocina tiene una base en lo tradicional pero siempre intentamos aportar nuevos elementos traídos de la cocina molecular, como pueden ser los aires, la extracción de clorofila o nuevas texturas. Intentamos que el cliente no sólo se alimente sino que a través de nuestros platos vivan una experiencia, que empieza desde que entra en nuestra sala y termina con las sensaciones que va teniendo al comer cada plato. La boca tiene que bailar. Si la boca no baila, nada tiene sentido», concluye este chef.

Este restaurante es de los que hacen salivar, sólo con nombrarlo. Está ubicado en las antiguas caballerizas del Palacio del Marqués de Castromonte, del siglo XV. Se trata de una bodega urbana que ofrece una cuidada fusión de estilos al mezclar su arquitectura renacentista con una moderna decoración. Su alma mater es Emilio Martín, de origen cacereño y afincado en Valladolid desde 2005. Es experto en conjugar los sabores más tradicionales con la alta sofisticación. Su carta se basa en el producto de temporada y cercanía, y su cocina original, íntima y valiente, le ha deparado numerosos premios, (y los que vendrán). Entre otros, este chef logró el Pincho de Oro en el concurso nacional de Pinchos y Tapas de Valladolid con su reconocidísima elaboración 'Corchifrito', con la que también logró el segundo puesto en el campeonato mundial. Tiene un Sol Repsol y también le avala el Premio Excelencias Gourmet 2021, en el marco de la Feria Internacional de Turismo (FITUR).

Su propuesta para esta ruta navideña, resulta tan delicada como sabrosa y atractiva a la vista. «Es un langostino de Medina del Campo, marinado con un toque cítrico que acompañamos con un ajo blanco de avellanas y piñones. Podríamos definirlo como 'cocinar un territorio' ya que utilizamos langostino de Medina del Campo y piñones de Pedrajas de San Esteban. Productos que son muy nuestros», explica este gran chef. «Hemos apostado por el langostino, que dentro de la vorágine que se produce en Navidad con los mariscos, es el que más se contiene en cuanto a precios se refiere», prosigue.

Es un plato frío, divertido, rico, muy delicado y con sabores muy nuestros. «Es muy sencillo de preparar y una forma muy diferente de comer un producto como el langostino, que estamos acostumbrados a comerlo cocido o a la plancha. En este caso va en crudo», dice Martín, todo un experto en sorprender a su exigente clientela.

Calidad, tradición y sabor. Son los pilares sobre los que se sustenta la comida de este restaurante con 22 años de trayectoria. Lasador, ubicado dentro del hotel Lasa Sport, ofrece infinidad de opciones para esta navidad, con menús para grupos y también infantiles, porque el buen comer se aprende a disfrutar desde pequeños. ¿Su plato estrella? Sin ningún género de dudas, el lechazo asado. Hecho en un espectacular horno de leña con capacidad para más de 50 lechazos, todos, por supuesto, con el sello IGP.

«La nuestra es una cocina castellana hecha con productos de la tierra», afirma Yasmina C. Gregory, directora de este emblemático hotel. Otras exquisiteces de su carta son el rape empiñonado, que es una apuesta segura. De sabor suave y potente a la vez, que resulta un manjar para el paladar, «como todo lo que hacemos aquí», invita Isabel Arroyo, la jefa de cocina de este restaurante y quien cuenta con una dilatada trayectoria tras los fogones.

Para esta ruta navideña, tampoco puede faltar su deliciosa ensalada de melón con langostinos y mahonesa de anchoas, que se incluye en el Menú de Navidad y también en el del Día del Año. «La ensalada de salmón y langostinos también es una opción espectacular que ofrecemos en nuestros menús de bodas o la merluza en salsa verde con guarnición de setas. Nuestro pastel de cabracho, también está riquísimo y lo ofrecemos como opción para compartir», enumera esta chef vallisoletana.

La zona centro de Valladolid está de enhorabuena. Un colosal restaurante está desembarcando junto al Mercado del Val y abrirá sus puertas en próximas fechas. Sus dos ambientes harán disfrutar de cualquier ocasión especial, el primero con una carta más informal en la zona de barra y mesas altas, y el segundo, con un comedor de cocina tradicional.

A los mandos de esta nave están los hermanos Álvarez Abril. Miguel, Fernando y Álvaro. En la retaguardia, y llevando la parte más publicitaria y creativa, Juan. Son pesos pesados de la hostelería, con años de experiencia en El Zaguán de Mojados y el Scalibu en Aldeamayor. Ahora han apostado por emprender en la capital. Y en los fogones, quien lleva la voz cantante es el chef José Antonio López Ramiro, lo cual es garantía de éxito.

Para esta ruta navideña, proponen un entrante frío tomates escaldados rellenos de marisco y salmón ahumado. «Lleva una salsa que es una mezcla entre vinagreta y salsa tártara que le aporta un toque muy especial. También añadimos alcaparras, aceitunas negras y pepinillos y mahonesa de queso crema y lo adonamos con pesto y albahaca frita», explica López Ramiro. «El marisco siempre está presente en todas las fiestas navideñas y el resto de ingredientes son muy identificativos de estos días. El resultado es un plato muy divertido y que además está muy rico», añade.

Esperamos impacientes su apertura. Por el momento adelantamos que su decoración con toques industriales, resultará impactante, lo mismo que su cocina, que es «muy reconocible y tradicional, pero con un toque moderno, diferenciador y muy especial», tal y como adelanta Fernando Álvarez Abril.

Salir a comer o cenar fuera, siempre resulta divertido, interesante, relajante y muy cómodo. Sin embargo, son muchos los que no quieren renunciar a disfrutar del calor del hogar, pero con las ventajas y comodidad de que el que cocine sea el restaurante. Por eso, la propuesta de la empresa Fuera de Carta, resulta de lo más interesante. Esta empresa multiservicios está especializada en crear experiencias gastronómicas a medida. Ofrece catering, organización y coordinación de eventos, master class, show cooking, escuela de cocina para amateurs, asesoría gastronómica y formación de equipos. Todo, en un espacio único, acogedor, precioso y multidisciplinar.

Laín Montes, Yaiza de Diego y Sergio Rodríguez han unido fuerzas en este proyecto y han logrado conformar un equipo dinámico, joven y con amplia experiencia en las áreas que engloba el sector de la hostelería. Estas navidades han conseguido que muchos se olviden de cocinar. Laín, Yaiza y Sergio, lo hacen por ellos. Ellos son capaces de preparar platos increíbles y llevarlos a domicilio o prepararlos para recoger, listos para servir. Todo con un empaquetado en el que cada detalle cuenta. «Tenemos una amplia carta de entrantes, dos carnes, dos pescados y dos postres. Uno de nuestros platos estrellas el micuit, ese nunca falla. También la crema de bogavante, txangurro a la donostiarra o la brandada de bacalao con mousse de piquillo, son una apuesta segura», explica el chef vallisoletano Laín Montes, que para esta ruta navideña, propone una Crema Reina. «Es un plato de origen francés, que hemos adaptado y empleamos en ella productos de nuestra zona, como pueden ser la mantequilla de Soria, los puerros de Valdestillas, los pollos de Villalón y el vino de Serrada. La base principal es un potente caldo de ave. En su origen se utilizaba faisán o pato y nosotros utilizamos pollo o gallina».

Ver a Laín trabajar en los fogones es un auténtico espectáculo. El mimo, la paciencia y el cariño que le pone a cada paso, al final, se nota en el resultado. Realiza un sofrito de puerro con mantequilla y ajo, al que añade almendra cruda, vino, caldo y nata. Al final añade, zumo de limón, sal, pimienta y nuez moscada, lo que le aporta equilibrio y unos toques muy interesantes. «Estas navidades se trata de que todo el mundo disfrute invirtiendo todo el tiempo en nuestros seres queridos. Nosotros cocinaremos y nos encargaremos de todo, con nuestro servicio Take Away, que cada vez es más demandado», concluye.

¿Y a tí? ¿qué menú te apetece para estas fechas tan señaladas? En Valladolid hay infinidad de delicias que puedes compartir con los tuyos. Si deseas conocer y disfrutar otras rutas gastronómicas, te recomendamos que visites nuestro espacio dedicado a los mejores sitios para comer y beber en la provincia. Conocerás cuáles son los mejores chuletones, las carrilleras más tiernas o los gin tonics más refrescantes. Déjanos tus opiniones en el apartado de comentarios y ¡Feliz Navidad comensales!