El cierre hoy de El Corte Inglés de Constitución liquida 50 años de grandes almacenes en el centro

La marca del triángulo verde y la nueva propiedad del edificio acordaron, tras formalizar la venta del bloque, una prórroga de uso del edificio para aprovechar las tres campañas de venta más potentes del año -Blackfriday, Navidad y rebajas- antes de la clausura. Cumplidos estos periodos, y alcanzado un acuerdo para el futuro profesional de los 172 empleados de El Corte que trabajaban en el edificio -quedan fuera de este plan de reorganización los 53 empleados de las marcas externas- y que seguirán ligados a la compañía en otra sede de la marca en la provincia o en el resto de la comunidad, llega ahora la despedida.

Conjunto Residencial Las Eras tiene intención de iniciar la obra en cuanto pueda, hasta el punto de que le gustaría tener habilitado el espacio para la marca de Inditex de cara a la próxima campaña de Navidad. La distribución prevista, a expensas de cerrar aún algunos acuerdos, es la siguiente. Zara ocuparía 7.000 metros cuadrados en cinco plantas, dos de ellas en sótano y una de uso exclusivo para el personal de la marca, que hará funciones de almacén. La cuarta se destinaría a un gran gimnasio, mientras que la quinta y la sexta se reservan para hotel. La séptima se plantea como un restaurante con terraza de verano, piscina incluida, que estará asociada al hotel, aunque abierta al uso de todos los vallisoletanos.

Con el cierre de este inmueble de 18.000 metros cuadrados la zona centro pierde una dotación comercial con la que ha contado durante casi 50 años en dos etapas. Desde 1974 como Galerías Preciados, la marca que puso en marcha el pionero asturiano del sector Pepín Fernández, y, desde 1988, tras adquirir la marca fundada por Ramón Areces los activos de la marca que pasó por las manos de Ruiz Mateos, ya como El Corte Inglés.

Aquello no tuvo nada que ver con lo ocurrido siete años antes en el Paseo de Zorrilla, cuando abrió sus puertas el primer 'Corte Inglés' de la ciudad. Si entonces -1988- fue acogido con furia y algún que otro altercado del orden público por los comerciantes que aventuraban daños en sus negocios del casco histórico, la inauguración de El Corte Inglés de la calle Constitución, el 15 de diciembre de 1995, fue recibida con un entusiasmo generalizado. Las razones eran evidentes: además de enjugar la catástrofe económica provocada por la suspensión de pagos de Galerías Preciados, este segundo centro comercial de El Corte Inglés volvía a retomar el dinamismo económico del centro capitalino. Un dinamismo que, según recordaba hace unos meses Enrique Berzal en este medio, no se explicaría sin aquella flamante inauguración, 21 años antes, de Galerías Preciados en el número 2 de la calle del General Mola, que es como se llamaba entonces la actual calle de la Constitución. Era el 1 de marzo de 1974 y el nuevo centro comercial, fundado en 1943 por José Fernández Rodríguez, primo y máximo competidor del fundador de El Corte Inglés, Ramón Areces, revolucionó la vida cotidiana de la ciudad. Ya su desembarco motivó el derribo de los dos edificios existentes en la zona, uno de los cuales pertenecía al Círculo del Automóvil.