Ciencias, obligada a impartir clase en otros edificios por la limitación de aforo

Y esos espacios son varios. En el Edificio Rector Tejerinas se ubicará a los tres grupos de primero del Grado de Química y todo el primer curso de Óptica. Los grupos de segundo, tercero y cuarto recibirán clase en el Edificio Alfonso VIII. Mientras que el aulario Esgueva también acogerá a alumnos de segundo, tercero y cuarto de Química, igual que algún curso del Grado de Matemáticas y del de Física. También la Escuela de Ingeniería de Telecomunicaciones ha cedido sus aulas y allí irá el grueso del Grado de Física y algunos grupos de Matemáticas. Y en la de Informática van a ubicar a algunos grupos del Grado en Estadística.

Dentro de los nuevos edificios habilitados habrá casos donde será necesario desdoblar aulas pero con un mismo profesor. Será el caso del aulario Esgueva, donde se ha optado por las llamadas 'aulas espejo', en las que el profesor imparte clase en un aula y se graba y proyecta en otras contiguas, con la finalidad de que el grupo reciba clase de forma telemática pero «como si fuera presencial» al encontrarse en el aula de al lado. El profesor podrá ver a los alumnos a través de una pantalla y estos podrán verle de la misma manera, pero separados en aulas. Al ser una clase retransmitida en directo, los alumnos podrán realizar preguntas al profesor y este les escuchará, pudiendo responder a sus dudas. Este sistema se está implantando, por el momento, en nueve espacios de la Facultad de Ciencias y en cinco del Aulario Esgueva.

El Aula Magna del Aulario nuevo de Ciencias acogerá en horario de mañana a un grupo de segundo de Matemáticas y por la tarde a uno de tercero del Grado de Física. De esta manera, todos los alumnos pertenecientes a la Facultad de Ciencias tendrán un hueco para recibir clase de forma presencial.

En cambio, en Filosofía y Letras es diferente. La mayoría de los estudiantes «recibirá clase en las aulas, excepto los de primero de Periodismo, a los que se ubicará en la Facultad de Comercio», según explicó el decano, Javier Castán. En un principio se intentó realizar una docencia totalmente presencial pero dadas las circunstancias se ha decidido implantar la bimodalidad. Así, los alumnos recibirán clases de forma telemática desde casa y de forma presencial al menos dos semanas al mes, alternando ambas formas de docencia. El seguimiento de la materia desde casa proporcionará a los alumnos la opción de intervenir «como si estuvieran en el aula», ya que pueden preguntar al profesor y este les responderá al instante.

Esto afecta a todas las titulaciones, pero aquellas con un número más reducido de alumnos recibirán una docencia presencial completa porque no hay necesidad de dividir los grupos. Castán señaló que «aquellas titulaciones que tienen un componente práctico mayor se impartirá la teoría de forma online y la presencialidad se dedicará a las asignaturas prácticas». Con los alumnos de primero de la Facultad de Filosofía y Letras se tendrá una consideración especial por ser los más «desorientados». Por ello, el día 28 se les recibirá en el edificio Conde Ansúrez para «explicarles cómo será el curso», así como el uso de los distintos materiales.