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Charo Chávez ha permanecido callada ante la oferta del secretario general de Podemos, Pablo Fernández, al teniente de alcalde de Valladolid, Manuel Saravia (Toma la Palabra), para sumarse a la formación morada y encabezar la candidatura en las elecciones municipales de 2019. La portavoz de Sí se Puede –la marca con la que Podemos concurrió a los comicios de hace tres años y que sostiene al bipartito que gobierna Valladolid– dice que no se ha sentido despreciada, aunque lamenta que desde Podemos Castilla y León hayan pasado desapercibidas las decisiones de su grupo.
–¿Se ha sentido humillada por las declaraciones del líder regional de Podemos, Pablo Fernández, halagando al concejal Manuel Saravia y tentándole para que lidere las filas de la formación morada en Valladolid?
–No. No veo esa intención en las palabras de Pablo Fernández, a quien conozco desde el inicio de esta aventura política porque, además, no se ha referido a mí. Creo que él ha hablado desde su posición de Podemos Castilla y León y, como todos sabemos, Podemos no se presentó a las elecciones municipales, excepto en algunas ciudades, y, como en Valladolid, concurrieron candidaturas de unidad popular en las que había personas de Podemos, como yo.
– Pero como portavoz del grupo de la marca blanca de Podemos puede entenderse que el apoyo público a Saravia es dar la espalda al suyo, que sostiene al gobierno municipal.
– Es verdad que en el contexto de Valladolid las discrepancias que ha habido con la dirección política han creado una situación complicada, pero los disensos son buenos porque generan debate. Podemos está en un proceso de confluencia con Izquierda Unida y Pablo Fernández también ha hablado de que hay una posibilidad de espacio de cambio, que yo comparto, y no deberíamos ir a unas elecciones compitiendo listas diferentes por el mismo espacio. Nadie entendería que las personas que hemos dado la cara estos años desde una candidatura de unidad popular no podamos estar incluidos en este espacio de cambio, que va más allá de unas siglas y que tiene que ser amplio. No me siento excluida.
– Por el contrario, ¿se ve en una lista conjunta con IU y Equo (Toma la Palabra)?
– Hay una posibilidad de espacio político de cambio que en Valladolid ya tiene algunos nombres, pero que creo que tiene que ser más amplio. Ya no hay espacio para mayorías y todo el mundo lo sabe. En Valladolid ha quedado muy claro: las fuerzas progresistas hemos llegado a un entendimiento y eso es lo que la gente necesita para tener certidumbre y tranquilidad, y mi grupo, Sí se Puede, ha sido decisivo. Nuestro trabajo avala que hemos contribuido a ese cambio. Nunca quisimos formar parte del gobierno porque pensamos que era más leal y constructivo negociar y consensuar cada uno de los puntos del programa y eso ha generado el cambio, que debe continuar. Cómo se va a llamar, cómo van a ser los procesos o quienes van a estar, creo que no es importante.
– ¿Quizá las discrepancias han llegado porque consideran que no ha hecho valer el poder de su grupo sabiendo que sus votos sostienen al bipartito PSOE-VTLP?
– No, creo que el problema es que Podemos ha visto la política municipal desde la comunidad autónoma y nuestras decisiones han pasado desapercibidas. Hemos mostrado beligerancia y hemos trabajado mucho, pero lo más importante de nuestro trabajo era poner en el centro a las personas, hacer políticas de rescate ciudadano, de cambios necesarios y hemos estado a la altura de las circunstancias, aunque no es suficiente. No hay que gritar ni mostrar confrontación cuando esa colaboración nos lleva a conseguir lo que queríamos.
– ¿La flexibilización de la postura de su grupo para aceptar el plan ferroviario alternativo al soterramiento le ha pasado factura con Podemos? Usted dijo que le disgustaba el nuevo plan, pero que lo aceptaba por responsabilidad.
–En nuestro programa no viene que estuviéramos a favor o en contra del soterramiento. Somos el único grupo que ya dijimos que creíamos que era una operación que había que revisar. Si la ciudadanía quiere el soterramiento, no podemos estar en contra: ahora bien, todos estos años se han promocionado políticas basadas en el cuento de la lechera. Nuestra posición ha sido complicada pero responsable, porque la situación era muy comprometida para el Ayuntamiento: partíamos de menos 400 millones de euros. Eso fue lo que nos llevó a dar un voto de confianza a un proyecto realista, con asignación presupuestaria y que no depende de una venta de suelo.
–¿Sus votantes entienden esta decisión?
–Hay que hacer una labor de pedagogía y ese ejercicio nos ha faltado a todos, pero no creo que sea tarde.
– ¿La comisión de investigación del soterramiento, que precisamente preside usted, qué puede aclarar de una operación que está ya en los tribunales?
– Lo que tenemos claro es que por mucho que pareciera que era un proyecto muy concreto, en realidad, ninguno de los técnicos que han comparecido nos han hablado de operaciones cerradas. La comisión servirá para una reconstrucción verdadera del relato y eso es necesario para que los ciudadanos sepan dónde ha estado cada uno y con qué ha jugado.
–Ya en 2015 la asamblea forzó a Podemos a trabajar con Sí se Puede pese a las discrepancias de gestión. ¿Cree que les volverán a respaldar si Podemos Castilla y León les da la espalda?
–Las discrepancias entonces fueron con personas de Podemos Valladolid.
-Sí, denunciaron que aceptaron invitaciones a eventos.
–Sí, no lo pudieron demostrar y el tiempo nos ha dado la razón porque nuestro comportamiento ha sido intachable. Los disensos son importantes porque son una oportunidad para el debate, algo que quizá no hemos hecho por falta de organización o porque somos un partido nuevo. No obstante, fuimos respaldados con casi 17.000 votos, seguimos teniendo un buen anclaje con la sociedad porque estamos en la calle y no me cabe duda de que el partido, desde lo autonómico a lo municipal, trabaja para que seamos esa fuerza de cambio, no tanto para un gobierno, sino para que se conforme un sistema político de renovación.
–¿Se ha pronunciado ya la comisión estatal de garantías sobre el recurso que presentaron en diciembre pasado a la sanción de Podemos Castilla y León al denunciarles Daniel García, ex secretario general de Podemos Valladolid?
–Estamos esperando respuesta de Madrid y convencidos de que va a ser a nuestro favor porque los argumentos fueron torticeros, sin pruebas, y las cosas son mucho más sencillas.
–¿Se ve como cabeza de cartel electoral dentro de un año?
– Me gustaría seguir trabajando más allá de siglas, partidos o personas. Si me llaman, estaré; si no, volveré a otros espacios donde he tenido presencia antes de llegar a la política.
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