Charo Chávez, concejala de Desarrollo Económico: «Es imposible pensar en desconectar con la realidad que nos toca vivir a diario»
La edil socialista echará de menos un verano familiar «con mar y montaña», que tratará de compensar con la lectura y «algo de senderismo»
La tranquilidad y una desconexión «a ratos» lleva estos días a Charo Chávez, concejala de Desarrollo Económico, Empleo y Comercio, a sumergirse en «un buen ... libro», «una ruta de senderismo» o una escapada a su pueblo en la extremeña Villanueva del Fresno. Cualquier resquicio de ocio es bueno para dejar atrás unos meses en los que «no se ha parado» y que trata de alejar «en algunos momentos» con la lectura del controvertido 'Ni amo, ni Dios, ni marido ni partido ni de fútbol', título que también podría acompañarle en las playas de Cádiz, en las que disfruta la concejala.
–¿A qué verano que añora le gustaría volver este verano y no podrá?
–Al de hace tres años. Estaba en Extremadura, en la casa familiar y me trae muy buenos recuerdos.
–¿Tiene pueblo o le prestan uno?
–Tengo, tengo... El de mi padre, en Extremadura. Villanueva del Fresno, en la provincia de Badajoz. Allí aprendí a amar la naturaleza, y a disfrutar del senderismo.
–¿Qué se llevaría a un pueblo vaciado?
–Los libros que tengo en casa aún por leer. Con el trabajo me resulta imposible, pero ahora estoy con el de 'Ni amo, ni Dios, ni marido ni partido ni de fútbol', de Cristina Morales, que me ayuda a desconectar.
–¿Es de los vallisoletanos de Benidorm o de los vallisoletanos de Santander?
–Yo soy de Cádiz. Me gusta mucho ir a la playa de Bolonia, que es mi preferida, pero si tengo que elegir entre esos dos sitios soy del norte siempre...
–¿Qué hay mejor que un amigo con piscina?
–Un hermano con casa en la playa y la montaña cerquita.
–¿De qué se desconfinaría primero, de su pareja, de los hijos o nietos, de la mascota, del trabajo...?
–Del trabajo sin duda. Han sido unos meses en los que no hemos parado, pero lamentablemente no la desconexión va a ser imposible, pese a estar de vacaciones. Hay muchos frentes abiertos y es imposible desconectar con la realidad que nos toca vivir a diario.
–¿Ha realizado ya todos los planes que se le ocurrieron durante el confinamiento o ha dejado alguno para el verano?
–Soy de las que no dejo para mañana lo que quiero hacer hoy...
–Volver de la playa con la mascarilla en el moreno, ¿es sexy?
–Es para partirse de risa, aunque me temo que muchos volveremos con la marca... No quedará otra.
–Para sus hijos o nietos querría un verano como el del año...
– El del año 1993. Fue uno de los mejores de mi vida. No paré de viajar por medio mundo. Se convirtió en un preludio de lo que sería mi vida después, que me ha llevado a viajar mucho y por muchos sitios e, incluso, me ha permitido vivir en varios países.
–¿Y si nos quedamos aquí? ¿Qué nos recomienda hacer o descubrir en Valladolid?
–Valladolid tiene unos parques impresionantes, y unos museos también, no te puedes aburrir.
–¿En la bolsa de la playa o la mochila de la montaña, mascarilla, gel de manos y...
–Crema solar protectora. El sol no es ninguna broma tampoco.
–La pandemia le impedirá hacer este verano...
–La tradicional fiesta de verano en casa de mi hermano, con todos. Pero hay que ser responsables, y habrá que esperar a mejores tiempos para poder recuperar el tiempo perdido con todos los seres queridos.
–¿Es de las que sufre en silencio los incumplimientos de las normas covid o de las que se para y recrimina?
–Yo diría a más de uno y una ciertas cositas... De nuestro comportamiento depende la salud de todos.
–¿Qué no echará de menos de los últimos cuatro meses?
–El confinamiento. No ha sido nada fácil trabajar en casa, ni las incertidumbres o las preocupaciones por las personas mayores de la familia.
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