César, el niño que se hizo viral al cantar el himno del Pucela desde un coche de policía

Apenas sabía hablar cuando escuchó por primera vez el himno del Pucela. Una sola vez le bastó para aprendérselo de memoria y desde entonces, no ha dejado de cantarlo en cada oportunidad que se le presenta. Su pasión por el equipo ha trascendido a las redes sociales, donde se ha vuelto viral, gracias un video en el que improvisa el himno ante el megáfono de un coche de policía.

César estudia 2º de infantil en el colegio La Salle, que este fin de semana celebraba sus fiestas. Tenía que ir disfrazado y él, como no podía ser de otra manera, eligió ir de futbolista del Real Valladolid. La policía municipal llevó uno de sus coches patrulla al patio del colegio para interactuar con los pequeños y explicarles en qué consiste su labor, en especial su faceta de ayudar a las personas. César se subió al vehículo emocionado. Cogió el megáfono y lo primero que se le ocurrió fue cantar el himno del Pucela. Lo hizo alto y claro, ante la atenta mirada y sonrisa del agente de policía. «Banderas blancas y violetas…». Ese vídeo que colgó el colegio en sus redes sociales, fue compartido por el Real Valladolid y ha alcanzado ya cerca de 62.000 reproducciones. «El objetivo es la victoria, con grandes triunfos se hace la historia…». César cantó con tanto entusiasmo que todos sus compañeros le escucharon en el patio. El Real Valladolid compartió la publicación y de ahí, a hacerse viral, fue solo un paso.

«No nos esperábamos esta repercusión», reconocen Alberto García y Sonia del Olmo, padres de este pequeño gran hincha del Pucela. «César tiene una vinculación muy fuerte con el Real Valladolid. Nosotros somos socios del baloncesto y mi hermano David es socio del fútbol y le llevamos muy a menudo al campo. Tanto en el Zorrilla como en el Pisuerga se pasa los partidos animando al equipo. También en el balonmano. Lo disfruta muchísimo y es todo un espectáculo verle. Es increíble, por eso, los fines de semana intentamos acercarnos para que apoye a los equipos del Real Valladolid», comenta Alberto.

César es pura energía y desprende un amor por el deporte que contagia a todos a su alrededor. Juega al baloncesto en el equipo de Jesuitinas, colegio en el que trabaja su madre y todos los recreos se los pasa jugando al fútbol. También le encanta el ciclismo y el tenis. Este domingo, en su quinto cumpleaños, recibió el regalo más preciado para él: unos guantes de portero con sus iniciales, con los que imita a su ídolo, Jordi Masip, portero del Real Valladolid. Los estrenó parando los tiros que le lanzaba su hermano Samuel, que también apunta maneras futbolísticas. «Justo cuando estaba naciendo César, Waldo metió el golazo que libraba al Real Valladolid del descenso. Ese mismo día, su tío David, vino a conocerle al hospital y le trajo una bufanda del equipo al que está unido desde que nació», subrayan sus padres.

Sus ídolos son Sylla, Iván Sánchez y, por supuesto, Masip, aunque tiene claro, que su futuro profesional irá por otros derroteros. «De mayor seré pintor», dice rotundo. Tiene mucha personalidad y se niega a cantar el himno ante la cámara de El Norte. «Me lo aprendí a la primera y para siempre, pero ahora no quiero cantarlo», remata este pequeño que sueña a lo grande: «Yo lo que quiero es que el Pucela suba a primera».