Bañistas en la playa de Las Moreras, con los patos en el agua.

Valladolid

Cesan a la jefa de Sanidad Ambiental tras la polémica por los análisis de las Moreras

«Es un puesto de libre designación, de confianza, y cuando se ha perdido lo mejor es cortar la relación laboral», señala Sonia Tamames, directora general de Salud Pública de la Junta

Ana Santiago

Domingo, 26 de mayo 2024, 22:16

La crisis de Las Moreras se ha llevado por delante a la jefa del servicio de Sanidad Ambiental, Isabel García Herrero, cuyo cese publicó el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) el 24 de mayo. La directora de Salud Pública, Sonia Tamames, explica que « ... es un puesto de libre designación, es decir, de confianza, y cuando se ha perdido lo mejor es cortar la relación laboral».

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Esta farmacéutica ha sido la responsable durante años de la gestión de las aguas en Castilla y León y fuentes consultadas apuntan a que las indicaciones de esta profesional a Aquavall, la compañía del Ayuntamiento, sobre la legalidad de cambiar el punto de muestreo y el lugar más idóneo para hacerlo en contra de las órdenes de la Junta de intervenir así en el proceso le han valido el puesto.

El proceso es, en realidad, sencillo y está perfectamente regulado. La Dirección General de Salud Pública de la Junta determina la calidad de ríos, lagos, embalses, pantanos... para poder bañarse sin problemas de salud y son los ayuntamientos los que deben mantener a punto depuradoras y controlada la contaminación para declarar que un agua permite bañarse sin problemas.

La Administración local solicita cada año entrar en el censo oficial de baños para acceder y disponer de la evaluación de las autoridades sanitarias. Un acúmulo de 'insuficientes' provoca la prohibición permanente del baño y que no se vuelva a calificar de otra manera hasta superar la crisis de contaminación por enterococos intestinales y eschertichia coli, que son los análisis microbiológicos que se realizan en estas rutinas de control junto a la inspección visual. En definitiva, aguas fecales y otros contaminantes y mala depuración son la clave.

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En el entorno del río, la zona en la que tradicionalmente se tomaba la muestra coincide con las embarcaciones, incluida la de la Leyenda del Pisuerga, y con una acumulación de aves acuáticas que han ido en aumenta en los últimos años y provocan una gran contaminación fecal. Un cambio por modificaciones estructurales es perfectamente legal, no es la primera vez.

Precisamente, el único otro espacio de baño del censo oficial de Valladolid, el del río Duero en Quintanilla de Onésimo que también tiene una calidad insuficiente', requirió tal cambio en 2022 porque «la zona no reúne las condiciones de higiene y seguridad por cambios estructurales que hacen inviable su utilización con fines recreativos».

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