Cerca de 2.000 jubilados de Valladolid retoman las actividades tras vacunarse

En el parque de la Olma, en Huerta del Rey, se reúnen varios días a la semana una quincena de personas mayores para hacer yoga. «Tenemos una edad y ya es momento de mover el cuerpo después de tanto sofá. Yo estoy encantada de venir a esta clase al aire libre porque teníamos muchas ganas de hacer actividades de cualquier índole», reconoce Isabel Rodríguez. Sus compañeras de yoga aseguran sentirse «muy bien y agradecidas de que se organicen este tipo de actividades». Amelia Felipe es otra de las alumnas y explica que «desde que tengo la vacuna estoy mucho más segura, aunque la normalidad esté algo lejos todavía». Otra de las actividades organizadas son las rutas en bicicleta. Ángel Ruiz participa todos los días que puede y agradece poder acudir. «Es muy bueno para nosotros porque nos juntamos con otras personas de nuestra edad, hacemos ejercicio y compartimos charlas y un buen rato, pero cuando tenga la segunda dosis todo será mejor y acudiré a más actividades. Me gusta porque son al aire libre, haces ejercicio, te juntas con personas de tu edad y compartes momentos únicos», explica este jubilado.

Las clases de baile en línea al aire libre se encuentran dentro de las actividades más demandadas y el profesor encargado de impartirlas, Chema Marchena, destaca que «es beneficioso para que, después de todo lo que hemos pasado, puedan volver a hacer vida normal, retomar las amistades y olvidarse un poco de la situación». Los alumnos escuchan atentos sus indicaciones para que, cuando comience a sonar la música, bailar todos coordinados con los pasos propuestos por Chema. «Llevábamos un año y pico sin salir nada de nada y necesitábamos actividades al aire libre; estamos encantados. Desde que me han vacunado salgo más de casa porque antes no hacía nada, tenía miedo de poder contagiarme y de que me pasara algo. Creo que la clave para salir de todo esto es la vacunación», comenta Teresa Rodríguez, alumna de las clases de baile en línea.

Bajo la atenta mirada de un grupo de adolescentes que disfrutan del soleado día, la clase se desarrolla con entusiasmo en la Plaza de la Cebada, también en Huerta del Rey. «Teníamos ganas de volver a la normalidad. Ahora podemos hacer yoga o bailes al aire libre y restablecer nuestras relaciones sociales, que es muy importante para nosotros», asegura Antonio Vaquero, jubilado que participa en varias de las actividades como muchos ciudadanos que, tras la vacuna, han retomado su vida social.