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«Pues sí, nos hemos metido aquí, llevamos ocho meses y la Policía ya lo sabe...», respondió a los vecinos del entorno la inquilina de uno de los flamantes adosados de una promoción fallida de 22 viviendas de lujo construidas en los albores de ... la crisis del ladrillo y que fueron abandonadas a su suerte en 2007. La urbanización, que ocupa una manzana entera entre las calles Martín Santos Romero (números 62 al 82) y Compositor Facundo Viña (del 59 al 79), al oeste de Parquesol, cerca de la autovía, ya contó en el pasado con okupas y ha sido saqueada por ladrones oportunistas, además de ofrecer cobijo a grafiteros y gamberros, pero los vecinos de este área residencial temen ahora «una oleada de ocupaciones» después de observar en los últimos días «muchos movimientos extraños de vehículos y personas merodeando por ellas». Tanto es así que han creado un grupo de WhatsApp para informar de cualquier «movimiento sospechoso» y el jueves por la noche celebraron una primera reunión para estudiar los pasos a seguir.
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«Nos hemos juntado más de un centenar de vecinos y la idea es estar vigilantes, o montar patrullas si es necesario, en tanto buscamos a los propietarios (una promotora, al parecer, de Vitoria) para buscar una solución y evitar que las 22 casas acaben ocupadas», apuntan los residentes del entorno.
«Las casas han sido saqueadas y en los últimos días hemos visto mucho movimiento de vehículos merodeando por ellas»
Los afectados temen que se produzca un efecto llamada a raíz de las movilizaciones vecinales que en las últimas semanas han impedido o están luchando aún contra la ocupación ilegal de viviendas en Zaratán o Santovenia. «Sabemos a ciencia cierta que hay una pareja viviendo desde hace ocho meses en una de las casas, pero hay vecinos que han visto hasta ocho personas saliendo de otra y los cierto es que en los últimos días han cerrado los garajes (antes estaban abiertos y comunican todas las casas por un corredor interior)», apuntan. Tres de las viviendas, al menos, tienen los bombines reventados y en otras se aprecian indicios de que han sido sustituidos. La Policía Nacional acudió el pasado jueves a la urbanización e identificó a la pareja que vive en uno de los adosados de Martín Santos Romero. «Entraron delante de nosotros, cuando estábamos en esta primera reunión para movilizarnos», recuerdan los vecinos.
Los propios residentes aseguran que han logrado contactar con los dueños y les han anunciado su intención de poner la promoción a la venta. «Ojalá», suspiran.
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