Carnero: «El soterramiento no es para el alcalde ni para el ministro: es para la ciudadanía»

Con el convencimiento de que «el esfuerzo, la voluntad y la perseverancia» puede permitir que Valladolid consiga «romper una barrera que la convierta en una ciudad más grande aún», en una ciudad «del futuro y de vanguardia, pero sobre todo, socialmente integradora», rasgo común en los tres casos expuestos por otros alcaldes y por Logroño, cuyo alcalde, Conrado Escobar, intervino mediante un vídeo que explicaba su proyecto, mediante el cual se soterrarán siete kilómetros de vía férrea «gracias «a la voluntad ciudadana y política», lo que permitirá «liberar espacio para zonas verdes y residenciales y para ser una ciudad más sostenible, otro de los aspectos que Jesús Julio Carnero destacó como positivos, puesto que el soterramiento «daría múltiples posibilidades: de creación de zonas verdes, de unos paseos estupendos, de carriles bici, de espacios dotacionales y residenciales...». «Cierren los ojos e imagínense, si ponen la vía del tren por debajo, el espacio que generamos», invitó a hacer al público asistente, haciéndole ver que, «en el momento en el que eso sea real, dejaremos de ser de un lado u otro de la vía y pasaremos a ser únicamente de Valladolid».

Este proyecto traería aparejado, de manera ineludible, el adiós a la integración, plan desarrollado por el anterior equipo de gobierno del Consistorio local y con base en el cual «estaban previstos veinte túneles, de los cuales se han acometido solo dos», lo que establece el plan «en una fase estupenda para dar la vuelta a todo el proceso» en pos de favorecer «que los vallisoletanos se vean cara a cara sin necesidad de cruzar los túneles del miedo». «Este es un mal llamado plan de integración, que añade túneles y mantiene las vías en superficie. Eso no es lo que necesitan Pajarillos, La Pilarica o Las Delicias», aseveró Jesús Julio Carnero con un tono, eso sí, conciliador, dado que entiende que todas las instituciones buscan «el mismo interés», que es el de los ciudadanos.

Con este convencimiento, ya ha sido constituida la Mesa del Soterramiento, en la que están integrados el movimiento asociativo y económico de la ciudad, y se está estudiando el Plan General de Ordenación Urbana «para que posibilite la operación». «Tenemos que comunicarnos y trabajar con voluntad política. Si aunamos esfuerzos, vamos a conseguir el soterramiento», concluyó el primer edil.