Carnero avanza las líneas de un plan «de choque» con la movilidad como eje

Por eso, lo primero que ha empezado a hacer es apuntar el programa electoral. Y dentro de unos ejes genéricos -sostenibilidad, crecimiento, participación- ha lanzado lo que ha denominado como medidas de choque. Enfocadas, eso sí, a uno de los puntos que el PP ha detectado como vulnerables en el equipo de Gobierno actual, la movilidad. «Avenida de Gijón, paseo Isabel La Católica y puente de Poniente volverán a la casilla de salida para evitar el caos circulatorio; haremos inmediatamente el estudio de otras zonas que se puedan encontrar en situación similar y aplicaremos soluciones alternativas a los carriles bici, no podemos penalizar la circulación convencional. La prioridad no es la prevalencia de unos sistemas sobre otros, sino la convivencia adecuada de todos ellos», argumentó.

A esa decisión inicial, que fijó en el calendario como algo a realizar el día 1 de su puesta de largo como alcalde, le siguen otras dos propuestas inmediatas. Una, la limpieza.» Volver a un Valladolid limpio a través de una dirección racional del servicio», señaló. Y otra, «recuperar el diálogo constructivo» a través del Concejo Abierto. «Nos parece fundamental ese cauce participativo fluido. Lo va a ser también con el alfoz, con Madrid y con el resto de provincias de la comunidad», indicó.

Todo ello como aderezo del «irrenunciable» soterramiento, para el que de momento promete negociación. «En Sant Feliú había unas condiciones, se pactaron y en un momento determinado se realizó un viraje. En este caso vamos a liderar el proyecto del soterramiento, y eso implica que debemos abandonar el convenio de común acuerdo con la Administración General del Estado, la Junta y el Ayuntamiento y establecer unas nuevas condiciones. No pueden ser las del soterramiento cargado contras las plusvalías de los terrenos, pero todas las grandes obras públicas de este país son públicas porque las han hecho las administraciones públicas. Debe asumirse primordialmente por el Estado», aseveró. Y eso sería, se entiende, más asequible en un escenario de Gobierno del PP en España, aunque no lo fue así durante la etapa de Mariano Rajoy. El cambio, es evidente, abocaría a una renegociación compleja en la que debería intervenir la Junta de la que hoy forma parte el candidato. Como pista, una de las últimas veces que el portavoz Carlos Fernández Carriedo respondió al respecto señaló que el Ejecutivo autonómico cumple con lo que se ha pactado y que es el Ayuntamiento el que debe liderar la opción elegida.

Carnero quiere acelerar con el programa. Si este martes presentó sus tres grandes ejes, en los próximos días comenzará a desgranar siete líneas de actuación que incluirán medidas más concretas. Sabe que ha partido con desventaja respecto a un PSOE que tiene de mano la Alcaldía y un programa ya definido tras ocho años de Gobierno y el tiempo corre.