Carmen Vaquero: «Es un sueño tener cursos de verano»

Vicerrectora de Comunicación y Extensión Universitaria, Carmen Vaquero lleva toda la vida en la Universidad de Valladolid, en su casa. Profesora Titular de Derecho Internacional Privado en la Facultad de Derecho, licenciada en 1989 y doctora desde 2001, afronta con ilusión la segunda edición de los Encuentros de Verano de la UVA en este estío extraño. Su ánimo no decae ante una cita con un elenco de participantes que seguro llenarán el Palacio de Santa Cruz de ideas que ayuden a entender este tiempo complejo.

–Encuentros de verano de la Universidad de Valladolid suena muy bien. ¿Cómo se presentan en este tiempo tan diferente?

–Nuestra idea primordial era dar una continuidad a la primera edición que se celebró el año pasado y que las actividades de la universidad contaran en verano con una extensión académica. Tenemos muchos festivales lúdicos y queríamos completar la oferta veraniega con algo más. Lo lúdico está muy bien pero necesitábamos añadir estos encuentros para llenar las propuestas de verano, que, por desgracia, en esta ocasión no contará con las actividades festivas y artísticas de otros años.

–El título de los encuentros es la palabra tierra.

–Nuestros deseos eran dos: que la ubicación fuera en el magnífico Palacio de Santa Cruz y que cada año se hiciera con un término. Respecto a esto último, decidimos utilizar 'Tierra', porque en el momento que lo debatíamos se hablaba mucho del cambio climático. Y además de tierra como planeta, lo ampliamos a tierra como patria y territorio.

–Patria, planeta, territorio, tres conceptos para hablar de la tierra.

–Patria está de moda, por lo que todos sabemos; planeta, creo que la crisis sanitaria ha extendido lo que antes identificábamos sólo con el medio ambiente; y territorio, qué mejor lugar para hablar de esto que Castilla y León, donde la gente por desgracia se nos va.

–¿Uno de los objetivos era poner Valladolid y su universidad en el mapa de los cursos de verano?

–Sí, es un sueño tener cursos en verano en nuestra universidad, como existen en otras muchas, la Menéndez Pelayo en Santander o la Complutense, que los organiza en El Escorial. Valladolid también queremos que cuente con sus cursos, que puedan atraer gente por motivos académicos y más allá de lo lúdico, que está muy bien pero necesita este complemento.

–Ese es el objetivo ¿y la filosofía de los encuentros?

–Queremos que sirvan para continuar aprendiendo, en un marco relajado y diferente a las clases convencionales. Es una propuesta distinta para seguir la formación intelectual y abrir un espacio de reflexión.

–Cumplido el objetivo de contar con un curso de verano ¿hay intención de perpetuar esta actividad?

–Toda la intención, porque es además un deseo del rector Antonio Largo para complementar la oferta en el momento en el que terminan las clases. Queremos consolidarlo y que permanezca en el tiempo.

–¿En qué espejo se miran para organizar estos encuentros de verano?

–Contamos con buenos referentes, como los que organizan la Fundación Rafael del Pino o el Instituto Cervantes. Tan consolidados están que es fácil que participen personajes relevantes y, desde luego, nos fijamos en ellos.

–Los ponentes que vienen a este encuentro también son relevantes...

–Sí, porque la Universidad de Valladolid posee mucho nombre. Todo el mundo ha sido muy generoso y todos aceptaron desde el primer momento. Comenzamos a trabajar en septiembre y ya en marzo estaba cerrada la propuesta, justo antes del confinamiento. El curso por fortuna se puede realizar porque es al aire libre y con las medidas de seguridad, incluida la reducción de aforo.

–Habla de generosidad ¿también de ilusión?

–Todos dijeron que sí en primera instancia y todos están deseosos de venir, porque el proyecto les ha gustado mucho. Y tenían el precedente del año anterior, que fue un éxito.

–¿Y qué cambios de participantes hay respecto a la primera edición?

–Los ponentes son todos diferentes y asimismo las personas que los presentan.

–Más allá de esta actividad veraniega ¿cómo afronta la UVA el futuro inmediato tan condicionado por la crisis sanitaria?

–Soy optimista y confío mucho en las personas, desde el equipo de gobierno hasta los profesores y el personal de administración; todos sin excepción han sido responsables. Además tengo confianza en la generosidad de los estudiantes, que han dado un gran ejemplo en este tiempo complicado y se han comportado de una forma excelente, porque cuando alguien es joven siempre cuesta más adaptarse a una situación de falta de movilidad. Estoy convencida de que continuarán dando la talla y aunque se presente el peor de los escenarios sabrán comportarse, seguro.

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