Una caravana solidaria de superdeportivos recorre Valladolid

El evento, al que tanto los niños como sus familiares han sido invitados, ha comenzado en el Centro Porsche de Valladolid, congregando a familias y pilotos en un entrañable desayuno que marcaba el inicio de la «Caravana Solidaria - Niños con cáncer» organizada por Pyfano (Asociación de Padres, Familiares y Amigos de Niños Oncológicos de Castilla y León), el club automovilístico 'GT Drivers Salamanca' y el propio concesionario de la marca de Stuttgart.

A continuación, las dieciocho familias y la treintena de pilotos participantes —procedentes de toda Castilla y León— realizaron una visita a los espacios del concesionario, donde los más pequeños exploraron el taller e incluso pudieron sentarse en algunos de los modelos a estrenar de la marca alemana.

Sin embargo, la jornada no había hecho sino empezar: al finalizar el recibimiento a las familias, a cada uno de los niños y familiares que lo desearan les fue asignado un vehículo pilotado por voluntarios tanto del club automovilístico 'GT Drivers Salamanca' como del propio concesionario Porsche. Alrededor de una treintena de Mustang, Alpine, Porsche, Ferrari o Lancia de diferentes épocas emprendían entonces una ruta desde el número 54 de la vallisoletana Avenida de Burgos hasta realizar una primera parada en el Estadio José Zorrilla.

Al llegar al Estadio del Real Valladolid, los niños y familiares allí presentes fueron testigos de una sorpresa: un 'tráiler' decorado al más puro estilo «Rayo McQueen» (protagonista de las películas de Pixar 'Cars') dejaba ver un nuevo vehículo que uno de los pilotos voluntarios sumaba a la caravana: un exclusivo Ferrari 488, en su versión 'Pista'.

A continuación, la comitiva de deportivos y 'supercars' continuaba rumbo al Paseo de Filipinos, donde los niños y sus familiares han podido disfrutar de un aperitivo en una pizzería cercana; al mismo tiempo que se dejaba los vehículos expuestos en la zona de aparcamiento.

Desde Pyfano, una de las entidades organizadoras, han puesto de relieve tanto la buena voluntad de los demás organizadores y pilotos-dueños de los coches, como la ilusión lograda en las familias y niños asistentes: «Los pequeños, emocionados, han podido disfrutar de un paseo a bordo de estos vehículos, en los que se han hecho fotos; al mismo tiempo que se les daba una oportunidad para salir de la rutina de revisiones médicas y hospitales». «Hacer algo diferente siempre es positivo e ilusionante», han concluido.