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Responsables y colaboradores de la Casa de la India, frente a la nueva escultura de Tagore en el Campo Grande, junto a la biblioteca de verano. Carlos Espeso
Valladolid

El Campo Grande estrena una escultura dedicada a Tagore

El Gobierno de la India cede a Valladolid un busto del escritor, ubicado junto a la biblioteca de verano

Víctor Vela

Valladolid

Martes, 7 de mayo 2024, 17:09

«Tagore siempre quiso venir a España, pero nunca lo consiguió», dice Dinesh J. Patnaik, embajador de la India, junto a la escultura que desde este martes recuerda en Valladolid la inmortal figura del escritor bengalí. El interés de Rabindranath Tagore (1861-1941) por ... un país que le quedaba tan lejano le vino de la mano de Alfonso Peñaranda, un jesuita al que tuvo como tutor en la escuela San Javier de Calcuta. «Fue uno de sus profesores preferidos. De hecho, es el único que, con nombre y apellidos, aparece en sus memorias», explica Patnaik, quien intuye que tal vez de ahí le vino su interés por España.

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Intentó venir en 1921. Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí, sus traductores al español, le habían preparado una estancia con paradas en Madrid, Castilla y León y Moguer. Pero el control que el Gobierno británico hizo de Tagore (en 1919, tras la masacre de Amritsar y su rechazo del título de sir) le impidió salir del país. «Hoy, más de cien años después, Tagore está presente en el corazón de España, en el centro de Valladolid», resume Patnaik.

El Gobierno de la India, a través del Consejo Indio de Relaciones Culturales (del Ministerio de Asuntos Exteriores del país asiático), ha donado a la ciudad de Valladolid un busto de bronce Tagore, inaugurado este martes, cuando se cumplen 163 años del nacimiento del escritor, el primer autor no europeo que obtuvo, en 1913, el Premio Nobel de Literatura. La escultura se ha ubicado en una zona ajardinada frente a la biblioteca de verano Campo Grande.

Abrazo frente al busto de Tagore. Carlos Espeso

El alcalde, Jesús Julio Carnero, destacó la relevancia del espacio, ubicado a tan solo unos metros de la casa natal de Miguel Delibes. «Son dos escritores que comparten calidad humana y su amor por la naturaleza». De ahí, que sus dos esculturas, la de Delibes (desde octubre de 2020) y esta de Tagore estén emplazadas en el principal parque de la ciudad. El rector de la Universidad (y también presidente de la Fundación Casa de la India), Antonio Largo, subrayó que este busto («de un intelectual de primera fila») contribuye a reforzar los vínculos entre Valladolid y la India (solo Londres y Berlín tienen también una casa oficial dedicada a este país), al tiempo que recordó que la UVA dispone de una cátedra Tagore de estudios indios contemporáneos.

La inauguración de esta escultura se ha enmarcado en una jornada en la que se ha conmemorado además el aniversario del escritor y se ha celebrado una nueva edición de la Escuela de Tagore que organiza cada año la Casa de la India, con la implicación de los centros educativos de la capital. En esta ocasión, escolares de El Peral, Cardenal Mendoza, Giner de los Ríos y Narciso Alonso Cortés han participado en tres talleres al aire libre encaminados a profundizar en los valores sociales y educativos propugnados por Tagore. «Siempre defendió un modelo de educación al aire libre, sin pupitres y en contacto con la naturaleza, donde se daba mucha importancia a las artes escénicas y a los valores de la verdad, la bondad y la belleza», asegura Mercedes de la Fuente, coordinadora de la Escuela de la India. «Mi escuela no es una jaula, mi escuela es un nido», sostenía el escritor, filósofo, pintor, músico y educador.

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Los escolares convocados este martes han participado en talleres de música (impartidos por Tatiana de la Fuente, Chaitnaya Chintamani Natu y Rajnandini), danzas folclóricas de la India (con las enseñanzas de Laia y Purnata Mohanty) y yoga y poesía gestual (con Apelksa y Mónica de la Fuente, quien es además directora del Lab de artes escénicas de la Casa de la India).

«Es una forma de que los chavales conozcan una cultura diferente de la nuestra y de que además se relacionen con niños de otros coles», dice Isabel Pérez, profesora de El Peral. Marta Sanz, docente del Giner de los Ríos, celebra este tipo de actividades que permiten a los escolares salir de los colegios y Matilde Moreno, junto a Rodolfo Margarida profesores del Cardenal Mendoza, subrayan que este tipo de acciones ayudan a asomarse a la cultura india desde edades tempranas. «Los niños lo han disfrutado», concluye Mari Cruz Nieto, profesora del Narciso Alonso Cortés.

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Los escolares cantaron uno de los poemas sonoros de Tagore ('Amader shantiniketan') antes de que tuviera lugar la inauguración de la estatua, con una placa que dice: «No se puede cruzar el mar con solo mirar el agua». Este aforismo es uno de los pensamientos destilados de Tagore, donde se muestra su apuesta por la implicación social, cultural y también política. «Uno de los mensajes importantes de Tagore es que los intelectuales deben liderar la política, para convertir este mundo en un lugar mejor», resumió el embajador de la India, quien regaló al Ayuntamiento varios libros de Tagore para que formen parte de los fondos de la Biblioteca Campo Grande, que desde este martes cuenta, en su zona ajardinada de acceso, con el escritor inglés como vecino ilustre.

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