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Valladolid
Una campaña recordará la obligación de llevar agua jabonosa para limpiar el pis de los perrosLa nueva Ordenanza de Recogida Selectiva de Residuos Domésticos y de Limpieza Viaria en la Ciudad de Valladolid, que entró en vigor el pasado 1 ... de enero, obliga desde entonces a los dueños de los perros a llevar agua jabonosa para limpiar el pis de sus animales, una medida que se aplica desde hace tiempo en otras muchas ciudades españolas.
Este mandato municipal tiene, en principio, una importante repercusión teniendo en cuenta que en la capital había censados, a fecha del pasado 31 de diciembre, un total de 24.637 canes en el término municipal. Ahora no es habitual ver a los propietarios portando una botella cuando sacan a pasear a sus mascotas. Sí, en cambio, es normal que lleven esos pequeños recipientes, muchos en forma de hueso, con las bolsas de plástico atado a la correa para recoger las cacas.
El Ayuntamiento tiene intención de poner en marcha una campaña de concienciación para que los dueños vayan cogiendo la costumbre y añadan a su kit de paseo ese líquido de limpieza. Así, el concejal de Salud Pública y Seguridad, Alberto Cuadrado, avanza que la Policía Local dará una tregua sin sanciones hasta que esta nueva obligación sea interiorizada por los propietarios. «Lo mismo que la inmensa mayoría ya retira de la vía pública los excrementos hay que dar un tiempo para que se hagan a la idea de que tienen que cumplir también con esta medida», apunta.
El artículo 52.2 de esta norma municipal establece que los propietarios o responsables de mascotas o animales de compañía, «con excepción de las personas invidentes que sean titulares de perros guía», deberán retirar y recoger los excrementos que depositen sobre la vía pública, «de forma inmediata» y depositarlos dentro de bolsas impermeables para tirarlos en papeleras o contenedores, una prescripción que ya estaba contenida en otros textos municipales.
La novedad llega a continuación. «Igualmente deberán proceder a la limpieza de la zona que hubiesen ensuciado, para lo cual deberán ir provistos de botella con agua jabonosa para minimizar el efecto de las micciones, regando la zona», recoge el documento. Es decir que la botellita debe formar parte del equipaje de paseo, lo que en principio haría más sencillo localizar a posibles infractores.
La primera vez que está medida aparecía en una norma municipal fue en la ordenanza que regula la Convivencia Responsable y Protección Animal de la Ciudad de Valladolid, que se comenzó a aplicar en noviembre de 2018. En ese texto, concretamente en el epígrafe 12.c, se establece que la persona propietaria o poseedora de un animal «deberá adoptar las medidas necesarias para evitar las micciones en las fachadas de los edificios y en el mobiliario urbano».
«Si la micción llegase a producirse en esos lugares, la persona que conduzca el animal mitigará su efecto mediante el empleo de agua jabonosa o de otros procedimientos que garanticen la limpieza del lugar», establece. En este texto se es más concreto, ya que excluye, por ejemplo, el alcorque de un árbol o la zona de césped de un parque. Hay que tener en cuenta que, especialmente en el caso de los machos, es habitual el continuo marcaje de su territorio levantando cualquiera de sus dos patas traseras y dejando un rastro de orina con el que advierte de que han pasado por allí.
En una y en otra norma, el incumplimiento de esta obligación está tipificado como infracción leve y las sanciones, depende de cuál de las dos ordenanzas se aplique, puede variar entre los 150 y los 700 euros (los importes más altos se suelen aplicar en caso de reincidencia).
Fuentes de la Policía Local confirman, tras revisar sus archivos, que por momento y desde 2018 los agentes no han tramitado ninguna denuncia por incumplir esta obligación. En 2024 únicamente se impusieron seis sanciones tras detectar los agentes que patrullaban diferentes las calles de la ciudad que otros tantos propietarios no recogieron las deyecciones de sus mascotas. En estos casos, se les aplicó la Ordenanza de Protección del Medio Urbano, que la tipifica como infracción leve. El importe de multa más habitual son 60 euros.
En Internet se ofrecen algunos métodos para evitar que los perros hagan escala y dejen su firma en la esquina de un portal o de un establecimiento. Así, se apunta que si se mezcla el jugo de uno o dos limones con dos tazas de agua y se fumiga la zona actúa como repelente. También valdría la combinación de una taza de alcohol y dos de agua. Lo de colocar botellas de plástico, se asegura en varias páginas web, podría ser un mito urbano. Se supone que efecto espejo por el reflejo del animal en el agua es lo que lo ahuyenta, pero no está comprobada su afectividad. En otras entradas se propone espolvorear polvo de azufre en los espacios que se quieren preservar sin el rastro de los orines caninos, pero parece una medida menos inocua.
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