Bienvenidos a mi casa

Un cambio radical para ganar luz en un coqueto piso del centro de Valladolid

En pleno centro de Valladolid encontramos un piso recién reformado que está repleto de recuerdos de toda una vida y de detalles cuidadosamente seleccionados. La transformación de este hogar ha sido obra de la arquitecta vallisoletana Mercedes González, quien en tan solo dos meses y medio consiguió revitalizar esta casa, fusionando lo moderno con lo sentimental. Hoy los propietarios, Antonio Pernas y Mamen Pérez, nos invitan a recorrer cada rincón de su hogar y a descubrir los secretos que lo hacen único.

Al cruzar el umbral nos recibe un amplio hall decorado con una combinación de piezas contemporáneas y recuerdos familiares. «Bienvenidos a nuestra casa», nos dice el matrimonio Pernas Pérez con una gran sonrisa. Enseguida comprobamos que el suyo es un hogar muy especial. Él es gallego, ella vallisoletana, y tras décadas viviendo en Lugo, se han decidido a trasladar su hogar a la capital del Pisuerga, algo que ambos ansiaban. «La mudanza fue una locura. Más de 250 cajas que no hemos terminado de colocar. La casa, tras la reforma es tal y como nos la habíamos imaginado. Es perfecta», aseguran ambos. En el recibidor encontramos un mueble antiguo que ha sido muy bien restaurado para conseguir un aire más moderno. Allí vemos también varias obras de arte de diferentes estilos pero que conjuntan muy bien. Las paredes son en tonos suaves y se completa con una suave alfombra que aporta más calidez, si cabe, a la estancia.

Mamen y Antonio nos conducen por un amplio pasillo, con paredes blancas, rodapié también blanco y un suelo laminado de color claro. Al fondo está el salón y allí encontramos a la arquitecta Mercedes González, alma máter del proyecto de reforma, quien asegura que la obra se ha llevado a cabo en «tiempo récord» y con excelentes resultados. «El cambio ha sido radical. Esta era una casa muy oscura, que no estaba bien aprovechada. Con los cambios realizados hemos logrado sacar el máximo partido a cada estancia», afirma.

El salón es un espacio amplio y cálido, en el que predominan los tonos neutros, salpicados por toques de color que aportan las numerosas piezas de cerámica de Sargadelos que decoran las estanterías. «Estas cerámicas vienen de Galicia, son un pedacito de mi tierra», comenta Antonio con gran orgullo señalando varias figuras con sus características tonalidades azules y blancas, que dan un buen contraste con el elegante mobiliario de color claro. «En el techo encontramos falsas vigas que utilizamos para la iluminación y para recoger espacios», señala González. La librería es otro de los tesoros familiares que han encontrado su lugar en esta nueva etapa de su vida. Lacada en blanco ha rejuvenecido y da un aspecto mucho más contemporáneo al salón.

De frente encontramos la salida a la terraza, que es el lugar de relax de esta pareja. Allí desayunan y pasan inolvidables sobremesas viendo el ambiente de la céntrica calle peatonal en la que están situados. «Junto con el salón es nuestro lugar favorito de la casa», aseguran ambos.

La zona de comedor está presidida por una gran mesa rodeada de sillas de corte clásico. Pero allí, la verdadera protagonista es una lámpara de cristal en tonos rojizos que cuelga sobre la mesa, irradiando una luz cálida y acogedora. «Esta lámpara tiene un valor sentimental incalculable», nos cuenta Antonio. «La compró Mamen con su primer sueldo y ha sido parte de nuestra vida desde entonces», añade.

Desde el salón accedemos al dormitorio principal distribuido en suite. Todo en tonos claros para una mayor sensación de paz y tranquilidad. «Queríamos un espacio donde pudiéramos desconectar y descansar. Aquí hemos utilizado muebles de una marca muy comercial, y el resultado de la decoración nos parece estupendo», comenta Antonio. «Por romper con el blanco, las mesillas y la ropa de cama las elegimos en tonos verdes. Da un buen contraste», añade Mamen. Hay un gran armario y una cómoda. También en blanco.

El baño principal sigue la misma tónica de color, con un marmoleado en gris, tanto en suelo como en pared. Todo en líneas rectas y con mampara transparente y fija. «El baño era horroroso y ahora es precioso y la ducha que nos ha puesto Mercedes es una auténtica pasada. Estamos encantados», recalca Mamen. Pasamos a un gran vestidor. Todo en abierto y con la ropa a la vista. Allí los colores de la ropa contrastan bien con el blanco de paredes y armario. Es el «pequeño paraíso» de la propietaria, quien se está planteando si poner puertas de espejo a los armarios. «Esta era una habitación bastante pequeña y ahora es un vestidor grande», comenta la arquitecta refiriéndose a la gran obra realizada.

Retrocedemos hasta el pasillo y nos encontramos con la cocina. Sencilla, funcional y con su toque personal. Se entra por uan bonita puerta corredera. Los armarios de madera blanca y la encimera marmoleada que sube hasta el frente, crean ambiente limpio y ordenado. Aquí encontramos uno de los sellos distintivos de Mercedes González, el gres con motivos geométricos que imita las antiguas baldosas hidráulicas. «Queríamos una cocina que fuera práctica pero también un lugar donde disfrutar cocinando», explica Mamen. En el centro una gran mesa sirve como espacio de comedor informal. Aquí volvemos a encontrar un guiño a Galicia con un pequeño cuadro en el que está enmarcada una cerámica de Sargadelos, un cuenco con forma de estrella que Antonio regaló a Mamen. Un detalle muy sentimental.

Encima de los muebles de la cocina se abre un ventanal hacia el salón, para dejar pasar la luz que entra desde la terraza. Se trata de un buenísmo recurso lumínico. La cocina dispone de galería que da a un patio interior y que tiene ventanales con paños de suelo a techo lo que le aporta una gran sensación de verticalidad. «El antes y el después de esta cocina es impresionante. Era muy oscura y ahora en cambio todo en ella es luz», subraya la arquitecta. «Hemos renovado todas las carpinterías de aluminio. Ha sido un gran trabajo en equipo que se ha llevado a cabo en muy poquito tiempo. Todo, gracias a la empresa constructora La Nava y Punto, a los hermanos Rubio, especialistas en aluminio, a Electricidad Ismael, Carpintería Fidalgo, Tufonta, Escayolas Parbole y al pintor Juan Carlos Rodríguez», enumera.

La habitación de su hija, para cuando esta viene de visita, está decorada en blanco y la ropa de cama tiene motivos azules. Destaca un gran armario con puertas de uñero. Mucho almacenaje el que tiene esta casa. Una vez más una lámpara antigua es la que termina de dar el toque personal a la habitación. Al lado hay un pequeño aseo de cortesía. Largo y estrecho, pero al que se le ha sacado un buen partido. La pieza más especial es un espejo ornamental de cristal. Curioso y muy bonito. «Este baño es más estrecho que el pasillo pero le hemos aprovechado muy bien y dispone de su plato de ducha. Tiene iluminación natural y el resultado, creemos que es muy bueno. Nos gusta sobre todo, el revestimiento utilizado en la pared izquierda, que imita al papel pintado», indica Mercedes González.

La casa tiene además otra habitación que todavía tiene alguna caja de la mudanza y que pronto se convertirá en una sala para la costura para la propietaria de la vivienda. «A lo largo de nuestro matrimonio hemos vivido en diferentes casas y la principal diferencia con esta es que ésta tiene los espacios muy bien diferenciados», opina Antonio.

Si te apetece conocer otros muchos hogares especiales de Valladolid y provincia, no dejes de pasarte por nuestra sección 'Bienvenidos a mi casa'. En ella encontrarás espacios que te sorprenderán. ¡Léenos!

Características:

Fecha construcción edificio: 1973

Fecha de remodelación: 2023

Dormitorios: 2

Baños: 2

Vestidor

Terraza

Superficie: 96 m2

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