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Las cámaras de vigilancia ya observan la futura Zona de Bajas EmisionesNuevo paso para la entrada en funcionamiento de la Zona de Bajas Emisiones. Uno más, y ya quedan menos de dos meses para que entre en vigor. Ocurrirá el próximo 1 de enero. Será entonces cuando las 32 cámaras que vigilarán el perímetro comiencen a ... estar operativas. Hasta entonces, durante esta semana ya se ha iniciado la instalación definitiva de las mismas. Ya se pueden ver, de hecho, las que controlarán el paso de vehículos en el paseo de Isabel la Católica, en las vías de acceso al perímetro desde las calles San Agustín o Encarnación. Y también en la avenida Gloria Fuertes, donde apunta al carril de entrada al centro de la capital por el puente de Poniente. A la hora de proceder a la instalación de las cámaras, desde el Ayuntamiento explicaban que la intención era utilizar los báculos de los semáforos para su ubicación, como sucede en la cámara de la avenida Gloria Fuertes, donde se ha colocado sobre la señal luminosa. En otros puntos, como en la calle Encarnación, se ha tenido que instalar un poste propio para ubicarla.
Pero la ZBE no será restrictiva al cien por cien desde el próximo mes de enero, ya que su implantación será progresiva y además se plantean varias excepciones. Como que las familias con niños de hasta 16 años escolarizados en colegios que se ubiquen dentro de la zona puedan acceder para acercarlos y recogerlos durante las jornadas lectivas. Y eso, con la etiqueta que sea. Así se recoge en la normativa aprobada en pleno municipal, donde también se plasmó el retraso de la prohibición del acceso a los turismos con distintivo B, a quienes se limitará el acceso en enero de 2028, dos años más tarde de lo previsto en el primer texto.
Desde el 1 de julio comenzará la restricción para los vehículos que no tengan etiqueta ambiental, mientras que la prohibición para los vehículos con etiqueta B comenzará el 1 de enero de 2028. Por último, el 1 de enero de 2030 comenzará la restricción para los vehículos que cuenten con la etiqueta C. Además, habrá también algunos casos donde se permitirá el acceso temporal, independientemente de la clasificación ambiental. Por ejemplo para llegar a los hospitales, citas médicas, centros de donación y clínicas veterinarias; aparcamientos privados para la clientela de alojamiento turísticos que cuenten con el permiso correspondiente o el acceso a los vehículos autorizados para actos en la vía pública, que deberán ser autorizados por el órgano competente.
Y además de las entradas temporales también hay excepciones, como los vehículos de mudanzas, servicios funerarios o las grúas de rescate de vehículos. Según se recoge también en el documento, la ZBE se evaluará anualmente y será revisada a los tres años de su establecimiento y después cada cuatro años con el objetivo de evaluar su desempeño durante ese periodo.
La información que recojan las 32 cámaras se enviarán a los servidores del área de Movilidad. Desde allí se compararán los datos recibidos con los del registro de autorizaciones para la ZBE. Si los aparatos detectan la entrada de un vehículo que no cuenta con autorización, ya sea porque no tiene una etiqueta que permita el acceso o por no haber solicitado el permiso, se pondrá en marcha el expediente sancionador. Cabe destacar que los conductores podrán entrar a la zona restringida sin temor a una multa hasta el próximo mes de julio, cuando se comenzará a sancionar. Las penalizaciones previstas por infringir la normativa es de 200 euros, 100 por pronto pago. Pero hasta entonces, los vehículos podrán entrar sin restricción. Eso sí, desde el Ayuntamiento ya concretaron que se mandarán notificaciones a los conductores con carácter informativo, para que sepan que en un futuro no podrán acceder y sean conscientes de que esa acción conllevará multa.
Además de las cámaras del interior del perímetro de la Zona de Bajas Emisiones, también se instalarán 17 más en un radio de entre 100 y 150 metros fuera del área, con la intención de controlar qué tipo de motores circulan fuera de la zona. Unos ejemplos son el Paseo de Zorrilla o la avenida de Salamanca. La inversión en los aparatos, así como en la aplicación informativa que gestionará las autorizaciones de acceso se cifra en los 410.937 euros y cuenta con la inyección de 305.656 euros de fondos europeos. Desde el Ayuntamiento también han confirmado que una vez la entrada en vigor sea efectiva, el Consistorio hará una campaña informativa detallada para dar a conocer los detalles que regulan el acceso, así como los pasos progresivos para su implantación total.
Algo que ya se ha hecho de alguna forma durante las últimas semanas. Por ejemplo durante el Día sin Coche, cuando la restricción de entrada fue la misma que la que entrará en vigor en enero. Durante esta jornada también se colocaron en las pancartas de la ciudad que limitaron la circulación la señal R-120, que informa del acceso y circulación prohibidas a los vehículos que emitan. Una vez termine la implantación progresiva de la Zona de Bajas Emisiones de Valladolid, lo que ocurrirá en el año 2030, solo podrán circular por el área limitada los coches que cuenten con las etiquetas Cero y ECO. El perímetro cuenta con unas dimensiones aproximadas de 1,1 kilómetros cuadrados, con las calles Gondomar, San Quirce, Colón, el paseo de Isabel la Católica y las plazas de Santa Cruz, Zorrilla y España como límites.
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