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La intervención puede gustar más o menos, pero lo cierto es que no deja indiferente a nadie que pase estos días por las recién peatonalizadas calles Constitución y Menéndez Pelayo. Y ahora le toca el turno a la también peatonal Claudio Moyano, en la ... que los operarios comenzaron ayer mismo a extender una capa de color verde sobre la que se dibujarán motivos florales para prolongar la decoración del último tramo del firme de Menéndez Pelayo (a partir del hotel Mozart). Después vendrá la calle Licenciado Vidriera (una perpendicular que desemboca en Miguel Íscar). Esta cuarta fase de la intervención, una vez concluidas la realizadas en Regalado, Constitución y Menéndez Pelayo, ocupa el tramo de Claudio Moyano entre esta última vía y el cruce con Duque de la Victoria.
La semana pasada concluyó la decoración, con un tono amarillo predominante con motivos florales en rojo y azul, del tramo principal de Menéndez Pelayo hasta el citado hotel –después arranca otra tonalidad verdosa que continúa en Claudio Moyano–. La calzada central de dicha vía apenas cumple unos días abierta al paso de peatones, y de vehículos en el carga y descarga del garaje de El Corte Inglés, y el tono amarillo del firme ya muestra los efectos de las rodadas del paso de los vehículos de transporte y de los propios peatones.
Algo esperado por los creadores del proyecto –el escultor Juan Manuel Pardo y el arquitecto Jonatan Viejo–, pero que sorprende quizás al afear el diseño en tan pocas horas. El caso es que la calzada central de Menéndez Pelayo, ahora con un amarillo oscurecido, continúa siendo objeto de alabanzas y críticas, además de ser el objetivo de decenas de fotografías con los teléfonos móviles, por los viandantes que la recorren.
Y en los próximos días llegará el turno de Claudio Moyano, que ya luce el verde que prolonga al dibujado sobre el último tramo de Menéndez Pelayo. Unos metros más adelante, pasada la calle Santiago, los operarios avanzan en la peatonalización del tramo de Doctrinos hasta la intersección con María de Molina. La presencia de maquinaria pesada en el centro de la calzada peatonales no impide el paso de los viandantes por las aceras a los dos lados.
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