Valladolid

El calor y el sol dificultan los oficios al aire libre

Caminar un día de mucho calor por el centro de Valladolid al mediodía, sirve para hacerse a la idea de lo que sufren aquellos que trabajan al aire libre en verano. Entre la poca gente que decide pasear en las horas centrales del día, destacan aquellos que lo hacen vestidos de uniforme de camino a un merecido descanso.

En el interior de un conocido restaurante de menú del día frente a la calle Estación, David Alves se relaja gracias al aire acondicionado dentro del local. Cuando le preguntamos si puede atendernos fuera, duda un instante pensando en renunciar a la buena temperatura de la barra, pero accede. David es soldador y trabaja en las obras del túnel de la calle Padre Claret: «Entre dos muros donde no corre el aire y con el soldador, acabas con la camisa chorreando». Nos cuenta que lo más importante y la única recomendación de su empresa es hidratarse y descansar cada cierto tiempo, pero de poco sirve. Resignado nos cuenta: «no hay más remedio que trabajar con estas condiciones, si no lo haces tú el jefe trae a otro por el mismo precio. Nos dan crema solar y agua, pero nos 'aprietan' igual». Se lamenta de que no se dé mérito a su labor en días como este: «Es lo que hay, una palmadita en la espalda y nada más».

En la acera Recoletos a la hora de la comida es muy habitual encontrarse a repartidores de comida a domicilio. Normalmente en bici o patinete, su labor en días como hoy se hace muy cuesta arriba: «Por lo menos al pedalear notas algo de brisa y te refrescas un poco» cuenta Alfredo Selis a las puertas de un restaurante italiano, aunque admite que el calor de días como hoy «agota aún más». Su mejor aliada, la sombra: «En los momentos de espera es importante beber agua y buscar lugares donde descansar como parques o cerca del río, donde corre algo el aire». Su jornada se alarga hasta las seis de la tarde, cuando tiene un descanso para comer en casa antes de volver a repartir las cenas: «se agradece cuando cae la noche, a esas horas, uno ya está mucho más fresco».

El bochorno ha afectado a Valladolid sólo el viernes. Por eso, a pesar de las altas temperaturas, la alerta no asciendió a naranja, pues la Agencia Española de Meteorología prevé esta alerta en nuestra provincia cuando se alcanzan los 39 grados y el calor se alarga varios días. Es por ello que, según empresas de prevención de riesgos laborales consultadas, no se aplican restricciones laborales o se modifican los horarios. «Lo más importante es aplicar el sentido común» explica un empleado de una de estas empresas de prevención: «Les damos algunas indicaciones a las empresas que asesoramos, pero son estas las que deciden qué medidas imponen».

Por suerte, el fin de semana traerá una bajada significativa de las temperaturas, que no superarán durante el sábado y el domingo los 30 grados, dando un pequeño alivio a los ciudadanos y trabajadores de Valladolid. Mientras tanto, será importante seguir las recomendaciones de todos estos trabajadores: mantenerse hidratado y evitar, en la medida de lo posible, exponerse directamente al sol y, si no queda remedio, hacerlo con las medidas de protección adecuadas.