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Sábado, 20 de julio 2019, 20:10

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El sol y el intenso calor convierten las calles de Valladolid en un desierto. Los termómetros, que han alcanzado temperaturas de hasta 37 grados, son fieles testigos de la fuerza del verano.

Henar Sastre
El sol y el intenso calor convierten las calles de Valladolid en un desierto. Los termómetros, que han alcanzado temperaturas de hasta 37 grados, son fieles testigos de la fuerza del verano.
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