La familia de Jero, el del medio de Los Chichos

«Qué menos que una calle al maestro, no esperamos menos de este alcalde»

Porque los Jiménez, una familia llena de pasión y talento flamenco, llevan años «luchando» porque la ciudad que vio le vio nacer reconozca, casi treinta años después de su muerte -falleció el 22 de octubre de 1995-, a uno de los compositores españoles más extraordinarios del siglo XX. «Después de tantísimos años de lucha y más lucha, que es algo que tenían que haber hecho hace muchísimo tiempo, confiamos al mil por mil en que esto salga adelante y se salde por fin la deuda que Valladolid tiene con Juan Antonio Jiménez, que no es porque sea mi tío, pero estamos hablando de que era un Michael Jackson español de los setenta y ochenta», explica El Pérrez.

Conocedores de que la designación de calles, plazas y lugares públicos compete «única y exclusivamente» al alcalde, Jesús Julio Carnero, la familia se muestra «absolutamente» confiada en que Jero tenga, por fin, su sitio en el callejero vallisoletano. «Es lo que menos podemos esperar de este alcalde», sentencia El Pérrez, que destaca, además, que su tío «presumía siempre de ser vallisoletano». Llevaba por bandera el nombre de Valladolid, en general, y del barrio de La Victoria, en particular (nació el 9 de marzo de 1951 en el número 49 de la calle de la Fuente el Sol).

De hecho, recuerda su sobrino, «presumía de ser vallisoletano» pese a que solo residió en la ciudad hasta los siete años, cuando la inesperada muerte de su padre, Ramón el 'Tío Puntas', obligó a la familia a emigrar a Madrid. Concretamente, a El Pozo del Tío Raimundo (Puente de Vallecas). «A todos los sitios donde iba presumía de ser de Valladolid, aunque se fuera a Madrid siempre tenía en mente a Valladolid», dice. De hecho, en el tema 'Qué bonito que te quieran' cantaba: «Nací en Castilla la Vieja, soy gitano cien por cien».

Si había algo que caracterizaba a Jero era su bondad y generosidad extrema, además de ser un cantautor y escritor «increíble». Era un tipo, afirma El Pérrez, que «te lo metías en el bolso» de lo «cariñoso, caritativo y extremadamente inteligente». Respecto a dónde les gustaría que se ubicara una hipotética calle o plaza en homenaje a su tío, Juan Miguel Jiménez admite que «sería maravilloso que fuera un sitio cercano a donde vivió él». «Sería increíble que fuera en el barrio de La Victoria, pero no me importaría que lo hagan en el centro o en cualquier barrio», añade.

El Partido Socialista llevó este jueves a la comisión de gobierno de Hacienda, Recursos Humanos y Promoción Económica una moción para rendir homenaje al artista con «una calle o plaza» en la ciudad que le vio nacer y, aunque fue aprobada (fundamentalmente gracias a la abstención de Vox), la decisión de llevar al callejero el nombre de Juan Antonio Jiménez Muñoz o el de cualquier otra persona compete «única y exclusivamente» del alcalde, como el propio Jesús Julio Carnero remarcó. «La nominación de calles, plazas y lugares públicos es competencia del alcalde y la decisión compete única y exclusivamente al regidor, no al pleno», aseveró entonces Carnero.

No obstante, el primer edil confirmó que esta medida era algo que estaba desde hace tiempo sobre la mesa («ya se estaba estudiando», subrayó), ya que distintos colectivos sociales les habían hecho llegar la petición. A partir de ahora, apuntó, se llevará a cabo un «estudio de manera pausada, sosegado y sin prisas». «Vamos a llevar a cabo un análisis pormenorizado del interés que tiene para la ciudad, pero insisto en que ya lo estábamos estudiando», apostilló Carnero, justo antes de señalar que «tanto un homenaje como una designación se hará en su debido momento».