Consulta la portada del periódico en papel
Uno de los vecinos muestra la temperatura del interior de su vivienda. Rodrigo Jiménez
Valladolid

Sin calefacción todo el invierno por el desacuerdo vecinal de 64 familias

Los bomberos evitaron la intoxicación por humo de un octogenario que trataba de entrar en calor con un cojín térmico

Sofía Fernández

Valladolid

Sábado, 4 de enero 2025, 14:54

«Lo estamos pasando mal, los niños tienen que estar en casa con unas mallas por debajo del pijama y nosotros bien abrigados con jersey y bata porque no hay forma de que la casa entre en calor», dice Basma L., una de las vecinas ... del segundo piso de un bloque, el del Camino de la Esperanza 12-14 de Valladolid, donde la calefacción este año no es una opción. Con una temperatura exterior que no supera los dos grados a mediodía el panorama de esta familia con dos niños de 9 y 11 años es el de una mañana de juegos en el salón estrenando los regalos que dejó Papá Noel pero a escasa distancia de un radiador eléctrico que van moviendo por casa para calentar las estancias.

Publicidad

«Cuando toca ducha lo llevamos al baño una hora antes pero es muy incómodo estar así, además de peligroso. Nosotros solo hemos puesto dos radiadores pero sé de vecinos que tienen más y se les saltan los plomos», comenta esta vecina del segundo. No sabe muy bien que temperatura alcanza su vivienda con el poco apoyo de calor que dan esos dos radiadores pero reitera que llevan meses y aún les queda de taparse bajo varias mantas para poder dormir. En este bloque del barrio de la Farola, paralelo al Paseo de Zorrilla, no tienen ni tendrán calefacción en todo el invierno por el desacuerdo entre vecinos, «la mala gestión de la anterior junta diredctiva de la comunidad» y por la falta de previsión en el arreglo de una caldera de pellets que les dio problemas desde el inicio, cuando se instaló hace seis años.

Son un total de 64 familias que comprenden este bloque de cuatro alturas (comprende los nñumeros 12 y 14) donde hay niños y ancianos que acusan más las bajas temperaturas dentro de la vivienda. Luis Pertejo abre la puerta de su casa a media mañana ataviado ya con varias capas de ropa y la bata como complemento inseparable. «Claro que hace frío y vamos poniendo como podemos los radiadores eléctricos para que los chicos lo noten lo menos posible», dice este padre de dos chavales de 18 y 16 años. No pueden enchufar los cuatro que tienen a la vez, «si lo hacemos saltan los chivatos porque tiran muchísimo de la luz, la verdad que es un fastidio tener que estar así todos los días».

Muchas de las casas no superan los 14 grados de media de temperatura y pierden el poco calor que tienen en casa con jornadas tan crudas como la de hace un par de semanas, cuando en Valladolid se registraron casi tres grados bajo cero. «La peor sensación es por mañanas porque aunque nos pongamos mantas incluso por encima del edredón el frío está por toda la casa», comenta este vecino del primero.

Publicidad

Desde principios de año se sabía que el sistema de calefacción de pellets no iba a funcionar para caldear estas viviendas y la diversidad de opiniones en un rellano donde falla el entendimiento ha llevado a esta situación en la que los termómetros dentro de casa empiezan a descender una vez que se desconectan los radiadores eléctricos. «No se pueden dejar encendidos si no estás en casa es un peligro», puntualiza una vecina del tercero que prefiere no revelar su identidad. «Hay diferencias entre los vecinos y muchos de los que se negaron a encontrar una solución urgente por lo que pudiera pasar ni siquiera viven en invierno aquí porque están en una segunda residencia con calefacción o directamente se han ido estos días de frío a otra ciudad, así cualquiera»,comenta indignada.

«El 26 de julio se llegó al acuerdo de pasar de la calefacción central de pellets a un sistema individualizado de gas», explica Luis García desde el rellano del edificio. Este vecino del segundo piso coincide con muchos de los residentes en que esa opción se descartó enseguida por parte de algunos vecinos del bloque al ver el coste que suponía para cada una de las familias. «Un gasto medio de entre 3.600 y 5.000 euros dependiendo de la obra que hubiera que hacer en el interior de cada casa para poner a punto la instalación», admite García.

Publicidad

Aquel acuerdo fugaz inicial que se tornó en negativa a individualizar el sistema por el elevado coste dio lugar a la celebración de una nueva junta vecinal para poner en marcha cuanto antes a un sistema de calefacción central cambiando los pellets por el gas natural. Pese a que reunión de vecinos se celebró a finales de septiembre la solución parece aún lejana al mismo tiempo que el invierno se recrudece en Valladolid. «No va a ser de hoy para mañana, aún se tiene que aprobar el proyecto, hacer el cambio de la caldera, que se apruebe el plan por parte de Industria, también hay que solicitar los permisos al Ayuntamiento... Son muchas cosas, queda mucho por hacer», añade este vecino.

El presupuesto del cambio a una caldera central de gas natural que les permita mantener una temperatura confortable en cada casa «ronda los 100.000 euros», dice este vecino, que calcula una derrama inicial de 1.400 euros, «será la primera de varias que haya que hacer». Lo dice con conocimiento de causa pues la instalación de la caldera de pellets hace seis años contó con una subvención del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) con el fin de promover la eficiencia energética en la comunidad. «Al quitar esa caldera habrá que devolver también la subvención que se recibió para la instalación de la misma, lo que conllevará un gasto añadido que rondará más o menos los 60.000 euros».

Publicidad

La temperatura de la vivienda de Luis es de lo más confortable, «unos 22 grados de media», aunque es la excepción de este bloque de los años setenta que cuenta con unas dimensiones por vivienda cercanas a los 100 metros cuadrados. «En nuestro caso seguramente se llegue a estropear el aire acondicionado que no está diseñado para calentar la casa de esta forma y será otro coste añadido del que nos tengamos que hacer cargo. Pero es esto o pasar frío como pasan muchos de los vecinos que no tienen esta opción», comenta su pareja.

El coste ya lo notan en la luz que consumen cada mes. «Estaremos pagando de media unos 60 euros más cada vez que llega la factura y seguiremos así todo el invierno», apunta.

Riesgo de incendio

A la indignación y a las molestias que supone vivir con una temperatura nada confortable para llevar a cabo cualquier tarea cotidiana se le suma el miedo que comparten los vecinos y no es otro que el del peligro que conlleva el uso de radiadores y calefactores eléctricos. Un olvido, un mal funcionamiento o la posibilidad de un cortocircuito que derive en un incendio. Eso es precisamente lo que ocurrió hace apenas una semana, el miércoles 18 de diciembre, cuando tanto Policía Nacional como bomberos del Ayuntamiento de Valladolid tuvieron que desplazarse hasta este bloque para atender una emergencia por presencia de humo.

Publicidad

Un cojín térmico dentro del microondas fue el orgien que puso en peligro a un octogenario del primero piso que vive solo. «El cojín entró en combustión y llenó la estancia de humo», recuerda un vecino. Hasta la zona se desplazaron quince bomberos del Ayuntamiento de Valladolid con una autoescala, una bomba y un vehículo de mando para socorrer al anciano que se encontraba en el interior de la vivienda. Tuvieron que proceder a la apertura de puerta y a la ventilación mecánica del inmueble mediante maquinaria específica para forzar la salida de humos al exterior.

«Esto sucedió pasadas las nueve a la noche y obligó a cortar la calle, se formó mucho revuelo pero al menos nos dimos cuenta y llegaron a tiempo, cualquier día va a ser peor y como sigamos así puede que sea mucho más grave», comenta García, quien asegura que no es la primera vez que los bomberos acuden al número 12 del Camino de la Esperanza. «Hace cinco años por la mala combustión de la caldera de pellets también tuvieron que intervenir y desde entonces seguimos sin una solución. Sinceramente no parece que esto se vaya a resolver de forma inmediata», puntualiza.

Noticia Patrocinada

Y razón no le falta pues la nueva caldera no tiene previsto que se pueda instalar hasta el mes de marzo por parte de la empresa Tecnicalor. «Este invierno nos va a tocar pasar frío y parece mentira que hayamos llegado a esa situación», matiza por su parte Basma, quien trata de paliar el frío en casa con sus hijos como puede. Eso sí, lo hace preocupada y pendiente del tiempo fuera que no pronostica nada bueno para estas 64 familias que no cuentan con calefacción en sus viviendas. El parte meteorológico para los próximos días augura unas mínimas que alcanzarán los tres grados bajo cero durante la noche, heladas que comenzarán este fin de semana y que se prolongarán de forma continuada, al menos, hasta mediados de la semana que viene en Valladolid, donde las máximas apenas rondarán los 9 grados.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad