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Los hechos ocurrieron en Delicias en el marco de un control rutinario en el que los policías locales pararon un coche a media tarde del pasado sábado. La sorpresa saltó al comprobar los datos del carné que portaba el conductor. Resultó ser falso. Y no ... solo eso. El sistema informático de la patrulla saltó para advertir de que dicho permiso fue creado por la denominada 'trama Loki'. Esta última, cuyos coletazos aún continúan por todo el territorio nacional, y que llegan ahora por vez primera a Valladolid, fue detectada hace dos años en un operativo policial que desarticuló una trama liderada por un informático, vinculado a la DGT, que llegó a poner en circulación cerca de dos mil carnés de conducir falsos en toda España.
El portador de uno de estos permisos, cuyos datos fueron añadidos a un fichero de la Dirección General de Tráfico para intentar facilitar su detección a guardias civiles y policías de todo el país, fue detectado a las 16:30 horas del sábado después de que los agentes locales le pararan, presumiblemente después de que cometiera algún tipo de infracción, en el cruce del paseo de Farnesio con la calle Nelson Mandela.
Los agentes, al comprobar sus datos, recibieron la alerta de la DGT, que advertía de que dicho permiso de conducir era falso y que estaba vinculado a la citada 'operación Loki'. Así que su portador será investigado ahora, como mínimo, por un delito contra la seguridad vial al circular sin haber obtenido (legalmente) el carné de conducir. Eso al margen de por la comisión de un posible delito de falsificación de documento público.
La 'operación Loki' fue desplegada el 11 de mayo de 2021 con Girona como epicentro en un despliegue conjunto de Mossos d'Esquadra y Policía Nacional que condujo a la detención e investigación de decenas de sospechosos. Un informático, que llegó a trabajar en la DGT, al parecer, a través de una subcontrata, fue acusado de liderar una trama que llegó a expedir cerca de dos mil carnés de conducir de todos los tipos (motos, coches e, incluso, camiones) a cambio de entre 3.000 y 15.000 euros.
Dichos carnés fueron identificados e introducidos en un fichero de la DGT y la alarma salta cuando son detectados por los agentes en cualquier punto del país. Eso ocurrió el sábado por la tarde por vez primera en Valladolid.
Los agentes, en paralelo, realizaron durante el pasado fin de semana 158 pruebas de alcoholemia en quince controles aleatorios sin detectar un solo positivo en la capital. Solo un conductor, eso sí, dio positivo, con una tasa de 0,62 miligramos por litro de aire espirado (el límite legal es de 0,25 y a partir de 0,60 se considera delito), después de ser parado tras cometer una infracción a las 7:00 horas del domingo en el Paseo de Zorrilla.
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