Valladolid

Cae en Parquesol una banda itinerante de ladronas de perfumes con mil identidades

Las últimas en caer han sido dos mujeres acusadas, de entrada, de robar perfumes valorados en 760 euros de un súper de Huerta del Rey hace casi un año, el 8 de mayo de 2024. Y no habían podido ser identificadas y arrestadas hasta ahora. Y eso debido a que las dos, cuyos rostros eran de sobra conocidos por los agentes, utilizaban hasta seis identidades diferentes, cuatro una y dos la otra, y bajo todos sus nombres figuraban antecedentes por robos similares cometidos en distintas ciudades del país.

El caso es que los investigadores de la Policía Nacional, diez meses después del hurto en Huerta del Rey, lograron no solo identificar a las sospechosas sino que dieron con ellas en Parquesol, presumiblemente en vísperas de algún golpe, y las detuvieron por un delito de hurto. Eso en Valladolid. Las dos eran buscadas en paralelo en Madrid por la comisión de ocho delitos idénticos, en todos los casos para sustraer perfumes, cometidos entre los meses de febrero y octubre del año pasado en localidades como la propia Madrid, así como en Alcorcón, Fuenlabrada y Humanes. Entre medias visitaron Valladolid en mayo. Y ha sido ahora, en marzo, cuando las dos han sido arrestadas como investigadas por este reguero de hurtos. El juez, eso sí, las dejó en libertad a la espera de juicio.

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La detención de estas ladronas de las mil identidades se produjo tan solo unos días después de que cayera otro grupo itinerante, especializado en el mismo producto, los perfumes, de fácil salida en el mercado negro. En esa ocasión fueron cuatro los detenidos, entre ellas tres mujeres, que entraban en los supermercados con carritos de bebé en los que ocultaban los productos sustraídos y que utilizaba, incluso, menores para los robos. Así lograron un reunir un copioso botín en especie valorado en 2.921 euros en distintos comercios de Valladolid. Los cuatro sospechosos fueron detenidos entre los días 5 y 10 por hurtos cometidos con anterioridad. Los cuatro, al igual que las sospechosas de las mil caras, quedaron en libertad en calidad de investigados por un delito de hurto.

Entre las dos bandas sumaron un botín valorado en 3.681 euros.