Jamones en un secadero. david arranz
Valladolid

El cabecilla de una gran estafa de jamones y un testaferro, a juicio diez años después

tribunales ·

La Audiencia sienta en el banquillo a dos de los cinco acusados de la empresa que se quedó con productos de una docena de proveedores por valor de casi 500.000 euros

M. J. Pascual

Valladolid

Viernes, 10 de junio 2022, 00:06

Diez años después de la estafa, se sentarán en el banquillo de la Audiencia de Valladolid dos de los cinco acusados de una empresa que estafó a una docena de proveedores kilos de productos cárnicos por valor de más de 50.000 euros. La Sala ... retomará los días 13 y 14 de junio la vista contra el encausado principal de la estafa de jamones, José Abellán Navarro y su supuesto testaferro, Diego López García, que tenía que llegar a España procedente de Argentina, donde cumple condena por tráfico de drogas. El tribunal, a petición del fiscal, decidió aplazar el juicio que se iba a celebrar el pasado mayo para sentar a ambos en el banquillo, puesto que el reo no llegaba a España hasta el 7 de mayo pasado, una vez concedida la extradición. Además de la condena en Argentina, Diego López ya había cumplido otros cuatro años en una cárcel brasileña.

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Si nada se tuerce esta vez, se podrá sentenciar un accidentado procedimiento judicial que arrancó en 2012 contra la empresa Dismarianga SL y que se ha prolongado en el tiempo ante la imposibilidad de localizar a los procesados principales, que han estado huidos de la Justicia durante años. Dos de los encausados, Antonio Mariano Gallego Hernández y José Javier Cortés García se conformaron en su día con penas de dos años de prisión, mientras que Julián Abellán Tomás, el hijo del empresario que se va a sentar en el banquillo el próximo lunes, es el único que continúa prófugo.

Ahora, el encausado principal (que ya fue condenado por la Audiencia de Teruel por estafa a seis meses de prisión, aunque la pena le fue suspendida en 2011 por cinco años) se enfrenta a siete años de prisión mientras que el fiscal solicita para el testaferro cinco años y medio de prisión. Les acusa de un delito continuado de estafa y otro de pertenencia a grupo criminal.

Realizaron pedidos de alimentos por miles de euros a empresas de Galicia, Castilla y León, Madrid, Extremadura y Cataluña que luego no abonaban

Según el escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía de Valladolid, los acusados, de común acuerdo y con el propósito de obtener un beneficio patrimonial ilícito, se sirvieron de la mercantil Dismarianga SLU, con sede en la avenida de Madrid de Valladolid, adquirir mercancías, en su mayoría de productos cárnicos y lácteos, sin abonar el importe de los pedidos.

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Pagarés sin fondos

Si bien en un principio abonaban los pedidos iniciales, para así ganarse la confianza de sus víctimas y aparentar solvencia, a posteriori realizaban pedidos mucho más cuantiosos y una vez recibida la mercancía simulaban el abono mediante pagarés los cuales, llegado su vencimiento, eran devueltos por los bancos por falta de fondos.

Mediante este procedimiento, a lo largo de 2011, realizaron numerosos pedidos de mercancía a empresas radicadas en Valladolid, Lugo, Leganés, Madrid, Barcelona, Guijuelo (Salamanca), Gerona, Badajoz y Segovia, de las que obtuvieron genero por importe global de 446.196 euros que no abonaron. Ni tan siquiera pagaron el material de oficina, por importe de más de 9.000 euros que encargaron a Papel y Complementos Castilla.

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Para las acusaciones, José Abellán Navarro es el 'cerebro' de la estafa continuada y quien tomaba las decisiones, aunque no negociaba con los proveedores ni firmaba documento alguno «para evitar ser descubierto». Su hijo Julián, en paradero desconocido para la Justicia, daba servicio y apoyo y se encontraba en un tercer nivel, mientras que Diego López García figuraba como uno de los dos administradores y dueños de la mercantil, haciendo de pantalla o testaferro.

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