El presunto cabecilla de la banda del BMW ya estuvo vinculado a los robos del anterior grupo en 2020

El protagonista en esta ocasión del último golpe a las sucesivas versiones de la banda, la octava en este caso, fue 'Rafita', cuyo domicilio en dicho barrio fue el epicentro de la amplia operación policial, encabezada por la Guardia Civil, con la colaboración de los policías nacionales, desplegada entre el miércoles, cuando se realizaron tres de los arrestos, y el jueves, cuando se produjo la cuarta detención y los registros domiciliarios de tres viviendas y un local de los sospechosos en tres barrios de la capital (Girón, Pajarillos y La Farola); mientras que en Olmos de Esgueva registraron una nave, según confirmaron ayer fuentes de la investigación.

¿Quién es 'Rafita'? Pues Rafael E. D. es un hijo de feriante que pertenece a un clan familiar asentado desde hace años en Girón, barrio en el que ya protagonizó un espectacular intento de huida en 2009 en su domicilio, entonces situado en la calle Oriental, cuando tenía en vigor nueve órdenes de busca y captura por robos. Su amplio historial delictivo arrancó cuando apenas superaba los veinte años con sus primeros arrestos por una decena de asaltos a fincas agrícolas.

El sospechoso, al que sus vecinos sitúan al volante de «varios coches de lujo de su propiedad», incluido un llamativo Ford Mustang, vivía ahora en otra vivienda del barrio, situado en la avenida de Las Contiendas, cuyo registro puso fin a la redada del jueves.

Los agentes pusieron allí un punto y aparte, ya que la operación «continúa abierta», a una investigación que comenzó a finales del año pasado, cuando se registraron los primeros asaltos a bares y negocios, como una perfumería de Parquesol, atribuidos a esta nueva banda, la octava, heredera de la original del Mazo y de sus sucesivas versiones del BMW.

El grupo, al que ya estuvo vinculado presuntamente 'Rafita' –fue detenido en mayo del año pasado junto a otros diez sospechosos de integrar aquella séptima versión–, calcó los métodos de sus antecesores a la hora de sustraer con suma facilidad, gracias a un dispositivo electrónico, BMW y Seat León e Ibiza, que luego utilizaban en sus desplazamientos o directamente para algunos de sus alunizajes, como ocurrió en su último golpe, que tuvo lugar el pasado lunes, cuando empotraron un BMW robado contra la luna del lateral del restaurante Popeyes del aparcamiento del Carrefour de Parquesol.

Los delincuentes no solo buscaban dinero en efectivo, su principal objetivo, sino que también sustrajeron otros productos, como perfumes, tabaco, jamones o piezas de automoción en algunos de sus golpes. Muchos de ellos, como el último, cuando no lograron arrancar la caja fuerte, fueron frustrados. Parte del botín, en apariencia, pudo ser recuperado durante los registros domiciliarios llevados a cabo el jueves en los tres barrios de la capital y en Olmos. En las tres viviendas –Girón, Pajarillos (calle Alta) y La Farola–, el local de Pajarillos –en la calle La Salud– y la nave de Olmos, entre otros objetos y documentación, los agentes intervinieron ruedas, piezas de coches, jamones o GPS que, a falta de la culminación de las pesquisas, pueden proceder de algunos de los golpes del grupo. También se incautaron de drogas.

Esta octava versión de las bandas del Mazo y del BMW habría cometido hasta ahora más de medio centenar de delitos contra el patrimonio, entre robos de vehículos, algunos de los cuales quemaron para borrar pruebas, y asaltos a negocios como bares, perfumerías, estancos o gasolineras tanto en la capital como en distintos pueblos de la provincia.