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Un operario del Ayuntamiento de Valladolid, junto a uno de los esqueletos. Ramón Gómez
Red Hugh O'Donnell: La búsqueda en Valladolid del Cid irlandés se traslada ahora al laboratorio

La búsqueda en Valladolid de los restos de Red Hugh O'Donnell se traslada ahora al laboratorio

Terminada la excavación, se realizará un estudio antropológico a los restos óseos y se intentará datar todo lo hallado en la Capilla de las Maravillas

J. A. Pardal

Valladolid

Jueves, 4 de junio 2020, 08:10

Las labores de excavación desarrolladas en la calle Constitución de Valladolid para buscar al héroe irlandés Red Hugh O'Donnell en la capilla de Las Maravillas han finalizado después de dos semanas y media. En este tiempo de trabajos en los restos del convento de San Francisco se han hallado 17 esqueletos completos o semicompletos y cientos de fragmentos de huesos además de piezas de cerámica y vestigios de muros que podrían pertenecer a construcciones previas y sobre los que probablemente se erigió el edificio franciscano.

En la jornada del martes tuvo lugar el hallazgo del último de estos cuerpos, al que le faltaba el cráneo y un brazo, en un lugar en el que se cree que fue enterrado el noble irlandés en 1602 -tras morir en Simancas por una infección cuando había viajado a Valladolid para pedirle a Felipe III que le ayudara a luchar contra los ingleses- y en el que, entre otros, descansaron por un tiempo los restos de Cristóbal Colón, desde la fecha de su fallecimiento en 1506 hasta la de su traslado provisional a la Cartuja de Sevilla en 1509.

Además, antes de la jornada de ayer en la que se llevó a cabo la toma de algunas medidas y labores de limpieza general, se amplió la excavación hacia la calle Duque de la Victoria, lo que ha permitido analizar mejor algunas estructuras que eran «complicadas de entender», como relata el arquitecto municipal Óscar Burón. En el proceso de la excavación, que se ha realizado aprovechando el corte del tráfico por obras en Duque de la Victoria y ante las intenciones del Ayuntamiento de peatonalizar la calle Constitución, se habían detectado estructuras con direcciones diferentes a la ortogonal que se le presuponía al Convento de San Francisco y ahora se considera que estas, halladas junto a una pileta y que tienen «una dirección extraña y curva», son independientes del convento. «Toca analizar hasta qué punto son anteriores a la etapa en la que se pudo formar la Capilla de las Maravillas, que es de lo que estamos tratando ahora», afirma Burón, que relata que se ha podido observar cómo los muros se apoyan sobre otros más antiguos. Se tiene constancia de que el edificio religioso se construyó sobre unos terrenos cedidos a la orden por la reina Violante de Aragón a finales del siglo XIII, por lo que se intentará determinar si estas estructuras corresponden a las primeras etapas del convento o pudieran ser previas a su construcción.

El trabajo ahora se centrará en el análisis de todo lo hallado en un subsuelo «bastante interesante», como asegura la arqueóloga de la Universidad de Valladolid Olatz Villanueva, que afirma que pese a que el espacio estaba «alterado» por los movimientos de tierra posteriores y la existencia de canalizaciones y comunicaciones instaladas en épocas más recientes se han podido recuperar algunas piezas que servirán para fechar los estratos y «darle una secuencia temporal a todo lo que se ha documentado».

A falta de determinar si alguno de los enterramientos hallados en la capilla corresponde al denominado como Cid irlandés, algo en lo que se intentará profundizar mediante el análisis antropológico de los cuerpos para «intentar conocerlos físicamente», como relata la arqueóloga de la UVA, es el momento de comenzar con el trabajo de laboratorio para documentar todos los elementos hallados durante las excavaciones y elaborar un informe que tardará «unas semanas» en ver la luz y en el que se propondrán los siguientes pasos a dar en el lugar. «Se trata de una labor muy compleja y emocionante que llevará tiempo hasta llegar a una conclusión lo más científica posible», asegura Óscar Burón, que espera que todo este trabajo sirva para confirmar algo que hasta ahora es poco más que un relato que debe consolidarse por métodos científicos.

A Red Hugh O'Donnell le faltaban los dedos índice de los pies tras sufrir congelaciones, lo que puede dar una pista para saber si alguno de los cuerpos hallados es el suyo y, si se tiene esa sospecha de forma fundada, ya se podría proceder a un análisis de ADN. Pero eso, de momento, tendrá que esperar.

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