José Antonio, Séfora, José, Alfredo y Emilio tienen más ganas de trabajar que nunca. Son gitanos, viven en Valladolid y sus humildes orígenes les dirigían a empleos poco cualificados o remunerados, pero gracias a la Fundación Secretariado Gitano su horizonte ha cambiado. Están preparados para ... formar parte de la plantilla de unos grandes almacenes, de un centro logístico o de una superficie comercial y consideran que su esfuerzo ha merecido la pena. La formación que recibieron durante dos semanas en el centro logístico de Amazon en Valladolid les sirve ahora para añadir a su currículum que tienen conocimientos para desempeñar las funciones que demandan las empresas de la ciudad.
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Ahora, los cinco animan a sus vecinos a apuntarse a los cursos de formación para poder introducirse en el mundo laboral por ser una «oportunidad estupenda para demostrar lo que valemos».
Séfora Jiménez
Sus historias salen de los barrios vallisoletanos y describen una búsqueda continua de integración. «Somos gitanos, pero podemos trabajar como cualquier otra persona y tenemos ganas», explica Séfora Jiménez. Para ella, las semanas de preparación han sido muy útiles y describe la formación como «una gran familia». Se interesó por el curso de la plataforma y se apuntó, resultó elegida junto a sus compañeros y recuerda que la emoción la invadió. «Por fin había conseguido lo que yo quería: aprender y ver cómo es el mundo laboral en una empresa tan grande», cuenta. A sus 46 años, aparenta muchos menos y explica que sus anteriores empleos han sido de carretillera, en residencias de mayores y en el sector de la limpieza.
Tiene dos hijos, ya casados, y tres nietos, para los que es un orgullo verla llegar al punto en el que está ahora. «Mis hijos me apoyan mucho y saben que siempre he querido abrirme mis propias puertas, porque la mujer gitana puede trabajar igual que los hombres», asegura. «Tenemos que depender de nosotras mismas y no de los hombres, valorarnos y saber que tenemos las mismas oportunidades que cualquiera, sea gitano o no». Ahora, en su horizonte está formar parte de la plantilla del gran almacén pero no va a dejar de hacer cursos, porque para ella aprender es muy importante en su evolución personal.
Junto a Séfora, José Antonio Borja también ha hecho el curso de formación, que resume como «impresionante» por la gran cantidad de conocimientos que ha adquirido.
«Todos nos han acogido muy bien, nos han ayudado y yo he tenido la dicha de salir contratado», cuenta en un descanso del curso de prevención de riesgos laborales. Se enteró de su existencia en el Secretariado y no lo dudó: «he trabajado por mi cuenta toda la vida y luego empecé a buscar empleo». Ahora lo ha conseguido: le han contratado para formar parte de la plantilla del almacén logístico y dejará de cobrar la ayuda familiar para mantener a sus dos hijos. «A todos los gitanos les diría que no tengan dudas porque el trato es impresionante y, lo dicho, que me han contratado», sonríe.
También con una trayectoria profesional en diversos sectores, José Jiménez, de 54 años, explica la satisfacción de haber podido realizar el curso. «Para mí ha sido un reto personal, independientemente de buscar trabajo, porque pensaba que no podría sacarlo y me lo han puesto tan fácil que lo he conseguido», explica. Ha participado en muchos cursos del Secretariado Gitano y recuerda que antes iba al trabajo «desganado», pero ahora se ha abierto una puerta para él y una nueva forma de ver el mundo laboral. «Formarse y llamar a distintas puertas es fundamental y animo a todo el mundo a que se apunte, que aprenda y que tenga la esperanza de descubrir que es totalmente válido para trabajar», expresa.
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Los dos más jóvenes, Alfredo Dual y Emilio Jiménez, de 19 y 18 años, respectivamente, agradecen haber podido realizar el curso porque lo consideran una oportunidad «imposible de desaprovechar». Reconocen haber tenido dudas al principio sobre sus capacidades a la hora de enfrentarse al reto, pero la acogida del equipo ha sido «espectacular» y les han ayudado mucho. Alfredo ha trabajado en otros centros logísticos de la ciudad de mozo de almacén y ahora pretende encontrar trabajo para poder mantener a su familia, ya que su mujer está embarazada y necesita sustento. «Con esta formación puedo optar a trabajos en los que me sienta realizado. Desde mi experiencia personal animo a la gente a que lo haga, que no se queden en casa porque es un aprendizaje que coges y que llena el currículum».
Emilio, por su parte, valora muy positivamente el curso y agradece la ayuda que le han dado desde el Secretariado. Su experiencia le hace querer entrar de lleno en el mundo laboral y reconoce tener «muchas ganas de encontrar un trabajo». Vive en Delicias y busca tener su propio sustento económico para independizarse. Él también anima a que la gente se interese por los cursos porque «es una opción para demostrar lo que vales».
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