La Policía busca a los allegados de la mujer que murió en soledad en una pensión de Valladolid

Los policías, en este sentido, tampoco habían podido localizar a un hombre que, según relataron el resto de inquilinos de la pensión, había convivido con ella durante algún tiempo desde que llegara al modesto hostal dos meses atrás. «Ahora estaba sola y apenas salía de la habitación», apuntaron ayer fuentes de la investigación antes de aclarar que la búsqueda de los allegados responde a una mera cuestión humanitaria toda vez que la autopsia determinó que la inquilina murió por causas naturales.

La situación de aparente desamparo de la mujer de 41 años, que era de origen chileno, aunque llevaba tiempo afincada en la ciudad, no era ajena a los servicios sociales, donde llegó a recibir asistencia tiempo atrás hasta que consiguió obtener una prestación social que le permitía, al menos, poder dormir bajo techo en un cuarto de la modesta pensión Vianesa, situada en un primer piso del bloque del número 1 de la calle Montero Calvo.

La mujer, no obstante, compartió habitación durante «algún tiempo» con un hombre, al que el resto de inquilinos dejaron de ver hace semanas. A ella tampoco la veían mucho. «Solía estar encerrada en su habitación, apenas salía y tampoco hacía mucha vida con el resto de inquilinos» de la pensión, que cuenta que dos baños compartidos y una cocina común.

El resto de personas alojadas allí pensaron, incluso, que «se había marchado» después de «muchos días sin verla» hasta que los agentes localizaron finalmente su cuerpo sin vida en su habitación. «Llevaba tiempo en España, aunque con una vida muy desestructurada y problemas de alcoholismo, pero en la actualidad había logrado una prestación social y ya no recibía (ni solicitada) asistencia de los servicios sociales», añadieron las fuentes consultas. Los agentes continúan aún buscando a allegados que quieran hacerse cargo de sus restos.