Un escalofrío. De esos que calan y parece que el cuerpo queda inerte. Esa es la sensación que tuvo este jueves la gerente de la Administración número 1 de Tordesillas, Marta Pascual Barragán, tras repartir un premio de un millón y medio de euros de la Lotería Primitiva en la localidad vallisoletana ... . Siente «alegría e ilusión» pero, de momento, es un sentimiento que «se queda a medias». El motivo es que todavía «no ha aparecido el ganador». «Esperemos que no muy lejos», dice Pascual, hay un millonario que no aparece. Y, según sus previsiones, tampoco lo hará. «No sabemos nada, a no ser que venga a decirlo. Es muy raro que lo haga, es mucho dinero», sostiene.
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No obstante, Marta confía en que «antes o después» el agraciado, el único acertante de primera categoría (seis aciertos), les confíe «de tú a tú» un secreto que, sin embargo, no cree que pueda guardar durante mucho tiempo. «Quien sea, al final se le acabará notando. Es mucho dinero y es un pueblo, todo se acaba sabiendo», afirma. Ha habido «muchos rumores», eso sí, aunque «nada oficial». Poco saben de un «desconocido» que puede multiplicar su fortuna este mismo sábado, ya que según confirma la dueña, jugó un boleto de dos apuestas, «jueves y sábado», por un precio de cuatro euros. Su suerte puede incrementarse más todavía, aunque depende del bote acumulado, en la actualidad de 18,1 millones, y del número de acertantes.
El idilio de esta administración con la suerte es una constante habitual. Han repartido «tantos» premios que incluso se han forjado una fama al más puro estilo Doña Manolita, en Madrid. «Alguna vez ha venido gente de visita y había oído hablar de que repartíamos bastantes grandes premios», confirma. El penúltimo fue hace tan solo cuatro meses. Y, para más inri, el 21 de diciembre de 2018, el día anterior al sorteo de la Lotería Nacional. «Mira que hemos repartido dinero, pero nunca nos ha tocado ni un pellizquito, y eso que somos nueve hermanos y una familia muy grande, por lo que las posibilidades podrían incrementarse», lamenta la propietaria.
La familia Pascual Barragán lleva «toda la vida» repartiendo suerte en Tordesillas. Fue a principios de los años 90 cuando Alejandra Barragán de la Cruz, madre de los actuales gerentes, decidió «arriesgarse» y abrir un despacho de lotería. Tan solo bastaron «unos meses» para ser partícipes del premio «más grande de la historia», dos millones de las antiguas pesetas. «Parece que fue como una profecía de todo lo que nos iba a venir, y esperemos seguir repartiendo premios durante muchísimos años más», aservera.
«Hace unos años», dice su hija, decidió jubilarse y dejar paso «a las nuevas generaciones de la familia». El futuro en la administración parece estar garantizado. Marta y su hermano Alejandro, con la ayuda de su sobrina Patricia Pascual, sacan adelante un negocio que tiene «bastante clientela». «Hay bastante gente que juega. Esa ilusión por saber si te puede cambiar la vida siempre está ahí», apunta. «A pesar de que hay otras dos máquinas en bares del pueblo, las ventas no han descendido; sellamos todos parecido», continúa.
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