Una ciclogénesis explosiva trae a Valladolid rachas de viento de hasta 70 kilómetros por hora

La borrasca Miguel ha entrado ya a la península y está afectando a Castilla y León. La alerta amarilla se ha activado hoy en Valladolid, Zamora, León, Salamanca y norte de Palencia, con rachas de viento de entre 70 y 90 kilómetros por hora y lluvias débiles. Por su rápido proceso de profundización la AEMET indica que «responde a las condiciones de las llamadas ciclogénesis explosivas» en pleno mes de junio, tan solo cuatro días después de un fin de semana de temperaturas superiores a los 30 grados. Sin embargo, la AEMET también avisa de que «es preciso tener en cuenta también el grado de incertidumbre que acompaña a la predicción de borrascas como Miguel en cuanto a su intensidad, trayectoria y efectos». En cualquier caso, esta situación desaparecerá mañana viernes.

En Valladolid la alerta comenzó a las 15:00 horas y acabó a las 21:00 con rachas de viento de hasta 70 km/h. La temperatura máxima llegó a los 23 grado. A partir del viernes por la mañana desaparece prácticamente el riesgo de lluvia para toda la semana aunque las temperaturas se mantendrán suaves, con máximas de entre 20 y 25 grados y mínimas de entre 7 y 9.

En la zona de meseta de León, Zamora y Salamanca las rachas ancanzaron los 70 km/h mientras que en Sanabria el viento desarrolloó una velocidad de 80 km/h y en la Coordillera Cantábrica de León y Palencia se llegó a 90 km/h. Las alertas amarillas en estas cuatro provincias, donde también hay posibilidad de lluvias débiles durante la tarde-noche, abarcan desde las 13:00 horas hasta las 22:00 en las áreas de montaña y de 15:00 a 19:00 en la meseta.

Ante la alerta amarilla por viento, la Delegación del Gobierno recomienda aplicar estas medidas de seguridad para evitar accidentes y diversas situaciones de peligro:

Cerrar y asegurar puertas, ventanas o toldos. Retirar macetas y todos aquellos objetos que puedan caer a la calle y provocar un accidente.

En la ciudad, es conveniente alejarse de cornisas, muros o árboles que puedan llegar a desprenderse y tomar precauciones delante de edificaciones en construcción o en mal estado. También es importante estar atento del mobiliario urbano, grúas y cualquier otro elemento que pueda caer o ser arrastrado por el viento. Se aconseja abstenerse de subir a lugares altos y expuestos al viento, como andamios u otras construcciones sin las adecuadas medidas de protección. En la montaña, es necesario extremar las precauciones y no acercarse ni pasear por los acantilados. Hay que tener en cuenta que el viento puede favorecer la acumulación de nieve, con el consiguiente aumento del peligro de aludes.

Ante la predicción de fuertes vientos hay que procurar evitar los desplazamientos por carretera y si es necesario hacerlos, extremar las precauciones por la posible presencia de obstáculos en la vía. Se aconseja moderar la velocidad y mantener la trayectoria del vehículo, así como sujetar el volante con firmeza. Se recomienda ser prudente en los adelantamientos y mantener las distancias laterales adecuadas con los otros vehículos. En caso de conducir vehículos de grandes dimensiones o con remolque hay que extremar las precauciones, ya que tiene más riesgo de salirse de la vía o volcar. En todo caso, lo ideal es informarse de las condiciones meteorológicas de la zona a la que se vaya a viajar y del estado de las carreteras.

Una borrasca experimenta un proceso de ciclogénesis explosiva cuando se produce una caída igual o superior a 18-20 hectopascales en 24 horas en el centro de la baja en nuestras latitudes. Se trata de una profundización e intensificación de una baja en superficie (precursor de niveles bajos) en un periodo de pocas horas provocado por la interacción con una baja, depresión o chorro en altura (precursor de niveles altos), aproximadamente a 9000 m, según aclara la AEMET.