Valladolid

Un bloque de 26 pisos borrará la huella de los Wattenberg en La Rubia

Un cartelón clavado al muro de piedra anuncia la inminente construcción de un bloque de 26 pisos de cuatro alturas sobre dos parcelas colindantes del Paseo de Zorrilla, a la altura del número 139, que ocultan detrás de la tapia una centenaria casa molinera, construida en 1918, pero sin catalogación que obligue a su conservación, aunque sí con historia vinculada al pasado de esta parte del barrio de La Rubia, que aún conserva algunas viviendas señoriales. Esta, en concreto, perteneció al afamado matrimonio vallisoletano formado por Federico Wattenberg (1923-1967) y Eloísa García de Wattenberg (1923-2017), dos historiadores de carrera que dirigieron de forma consecutiva los designios del Museo Nacional de Escultura. Él entre 1957 y 1967, cuando falleció a los 43 años, y ella entre 1968 y 1988.

El destino de la que fuera vivienda del matrimonio Wattenberg es su inminente demolición para construir en este picón del barrio de La Rubia, sobre dos parcelas colindantes, un moderno bloque de viviendas, bautizado como edificio Noa, que prolongará la hilera de edificios de pisos del Paseo de Zorrilla hasta el límite mismo de los terrenos del abandonado cuartel del barrio.

La empresa promotora (Norforest) acaba de solicitar las pertinentes licencias de demolición de la centenaria casa molinera y de construcción del nuevo residencial, que contará con dos portales (139 y 139 bis) y que acogerá 26 viviendas de entre uno y tres dormitorios con garaje y trastero y una parcela con piscina. La inmobiliaria (Vallenova) que sacará «en breve» los pisos a la venta prevé que sus primeros inquilinos puedan entrar en ellas en torno a dos años (2025).

La futura construcción cambiará para siempre la fisonomía de este picón del barrio, con vistas a los Jardines de La Rubia, al añadir un nuevo bloque en altura a los colindantes del Paseo de Zorrilla. El edificio Noa, en este sentido, cerrará esta hilera. Justo a continuación se encuentra la tapia del cuartel de La Rubia (1940-2015), cuyos vastos terrenos, que ocupan una superficie de 10,7 hectáreas, están aún pendientes de su venta y de la urbanización (con bloques en alturas) del futuro entramado de calles que unirán el paseo de Zorrilla con la carretera de Rueda y la avenida de Zamora.

Los recuerdos del pasado de este tramo del barrio, eso sí, aún se mantienen unos metros más adelante, al otro lado del callejón de la Maestranza, donde sobreviven aún cuatro chalés señoriales, la mitad aún en uso, incluido el centenario palacete abandonado de la familia Luelmo (sede las desaparecidas escuelas Gregorio Fernández y El Corro). Entre medias se cuela una pequeña parcela residencial vacía.

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