Un Belén terracampino sin agua pero donde llega la luz y el teléfono

'Los pueblos de barro' es una fidedigna representación del nuevo nacimiento de la ruta de belenes vallisoletana donde el barro comparte protagonismo, en forma de adobe o tapial, para construir muros y tapiales, casas y cobertizos, hechos gracias a que su autor ha mezclado «convenientemente y fragmentado para incrementar su impermeabilidad» consiguiendo así una tipología en la que, en este nacimiento y en la realidad, como destaca José María Villa, «se conjuga la adecuada solución a los problemas constructivos obteniendo una extraordinaria belleza formal».

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Esta composición comprende algo más de 32 metros cuadrados de superficie destacando la uniformidad de colores y texturas. Se trata de un nacimiento con embocadura donde nada más empezar la visita destaca el gran barranco seco por donde discurre un numeroso rebaños de ovejas. A partir de aquí, los colores ocres conectan entre sí las distintas escenas donde están dispuestas un tota de 70 figuras, algunas de palillo y otras de barro. En primer término e iluminadas una a una: los Reyes Magos que guían al espectador desde el área más escarpada hasta la más asentada, desde las afueras de un pueblo castellano hasta la propia zona de edificaciones.

José María Villa reconoce la laboriosidad de este trabajo, donde ha trabajado mucho el barro con las maderas y los corchos además del poliespán para crear algún monte terracampino y datar así a este belén de mayor profundidad. Algunas de las maquetas ya las expuso hace algo más de una década «pero ahora las ha elaborado mejor y con más detalles para crear unos pasajes aún más realistas». Y entre estas construcciones, «lo que no podía faltar en Valladolid, Castilla y Tierra de Campos, los soportales».

El pesebre en una cuadrada 

Precisamente en el acceso a estos característicos elementos, en una cuadra, con sus portalones abiertos de par en par, la escena de la Natividad con José, María y el Niño Jesús. El recorrido sugiere desde aquí seguir con la vista el área más poblada, donde llegan los hilos de luz y telefonía, visiblemente anclados en las fachadas de las casas de adobe que llegan hasta las casas guiadas por las luces de las farolas y las indicaciones de que también ha llegado el teléfono a este entorno de Tierra de Campos que estará abierto en este templo de las Angustias hasta el próximo 6 de enero en horario de mañana y tarde, de lunes a domingo.

En este detallista montaje tampoco faltan aperos, carros con vasijas y cántaros, así como mercaderes de venta de fruta, de aves o propios del trabajo de la piel para calzado. Por esta calle principal asoportalada tampoco falta los juegos de niños, una fuente seca donde los caños sueltan una última gota y, contiguo al portal, un carromato matriculado en la localidad palentina de Meneses de Campos, el arraigo familiar y terracampino del autor de este nacimiento, José María Villa, que coincide con ser el pueblo del actual arzobispo de Valladolid, Luis Argüello.