La tarde de ayer amenazaba con lluvia desde primera hora, pero la ilusión de los más pequeños aportó a las calles de la ciudad el toque perfecto para rematar el Carnaval. Princesas, superhéroes, arlequines y animales desfilaron por los barrios de Valladolid al ritmo de ... diferentes batucadas para despedir cuatro días de fiesta.
Publicidad
En el barrio de la Pilarica el desfile contó con gran afluencia de niños disfrazados y también de familias enteras compartiendo disfraz. Varios pitufos, con cara azul incluida, desfilaron por las calles acompañados de niños que les hacían la competencia vestidos de personajes algo más terroríficos. Un pequeño conde Drácula dejaba ver sus colmillos mientras daba la mano a Pitufina. Mientras, la batucada, cuyos miembros lucían también disfraces con la bata médica como protagonista, marcaba el ritmo de los pasos de los más pequeños.
Los disfraces caseros quitaron protagonismo a los adquiridos, aunque también estuvieron presentes Thor, Superman o Robin Hood. No faltó hueco para la reivindicación y en Pilarica se dejó ver un grupo con batas de hospital a modo de capa con mensajes en ellas. 'Sanidad pública y olé' o 'Yo me cuido y como sano' destacaban sobre el verde apagado de las telas. Este grupo remataba el disfraz con coloridas pelucas, peinetas y uniformes de enfermera.
Ya en el barrio Girón, las puertas del colegio El Empecinado se llenaban de diferentes personajes a medida que se acercaban las cinco de la tarde. A esa hora, los tambores de la batucada comenzaron a sonar y los allí presentes se animaban a bailar. Con un recorrido de poco más de una hora, los niños pudieron disfrutar de un colorido paseo acompañados de sus amigos y compartiendo historietas sobre sus disfraces.
Con algo menos de asistentes, el barrio Girón contó también con su particular desfile y, como no podía ser de otra manera, con una batucada. El pasacalles tenía un horario de cinco a seis de la tarde y los niños fueron llegando a la calle Hogar, punto de inicio de este, ataviados y con amplias sonrisas. Dos adultos con cuatro niñas destacaban entre la multitud por su original y totalmente casero disfraz: la familia Potato, de la película Toy Story, a los que no faltaba la mascarilla como complemento principal.
Publicidad
Otra familia disfrazada de osos panda, paseaba sonriente junto a una mujer con un traje típico de sudamérica. A su lado, varios disfraces de vaca realizados con bolsas de basura blancas pintadas a manchas de negro asomaban sus cuernos. Cuatro mujeres vestidas de blanco y con multitud de flecos y detalles a todo color presumían de sus maracas caseras mientras seguían y acompañaban el ritmo de los tambores. Los ojos de los padres de Maléfica, la princesa Leia y varios piratas no los perdían de vista mientras ellos correteaban despreocupados por las calles.
La diversión no faltó y en los rostros de los más pequeños se dejaba ver la ilusión por poder volver a disfrazarse tras el parón del año pasado por la mala situación de la pandemia. Los encargados de la batucada pusieron punto y final a un martes de Carnaval que se esperaba lluvioso pero que respetó para deleite de familias completas en los barrios de Valladolid.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.