Dos bares del Ayuntamiento de Valladolid buscan inquilino y la obra en Los Álamos sigue paralizada

En el caso de los espacios hosteleros del Museo de la Ciencia, la Fundación Municipal de Cultura ha sacado ya el pliego con una importante novedad: se unifica en un solo paquete tanto el restaurante de la planta baja (con la terraza y el pabellón para eventos incluido) como el comedor situado en la torre del inmueble, que ahora acoge el Sibaritas Klub, del chef Javier Peña. Desde el pasado mes de febrero, la dotación ubicada en la parte baja del museo está cerrada tras la salida del hostelero Kichi Cadenas. Arriba, sin embargo, continúa con su trabajo el reconocido cocinero hasta que se resuelva este nuevo proceso. «Mi idea es presentarme para seguir con el proyecto, con más ganas que nunca y una importante inversión», avanza Peña.

Hasta el próximo 24 de junio está abierto el plazo para presentar ofertas. La concesión se convoca para un periodo de diez años con la posibilidad de una prórroga única de otros cinco. El aspirante que resulte adjudicatario de las superficies hosteleras del edificio tendrá que abonar al Ayuntamiento un canon anual de 36.000 euros, a razón de 3.000 al mes, y reservar el uso del pabellón ocho días al año en exclusiva para las actividades que organice la Fundación Municipal de Cultura.

En el caso del bar de la Pérgola del Campo Grande, el Ayuntamiento aún está trabajando en la elaboración del pliego, después de que adjudicatario de esta barra desde el año 2012 renunciará a la prórroga. Este proceso administrativo impedirá pues su apertura durante este verano, la época en la que mejor funciona este bar al dar servicio en un enclave al que acuden las familias con los más pequeños para disfrutar del principal parque de la ciudad.

Varias concejalías trabajan en la propuesta de las condiciones de la explotación. El objetivo, según explica Manuel Saravia, es asociar actividad hostelera con otro tipo de oferta para las más mayores. En la anterior concesión, con un canon anual de 25.052 euros (más una inversión inicial de 151.000 para su amueblamiento y menaje), se obligaba a organizar cuatro bailes para veteranos cada año. Ahora se quieren incluir otro tipo de actividades para el ocio de los más veteranos en el escenario de la pérgola. Todos estos aspectos están aún por definir.

El tercero de los espacios municipales, el antiguo bar Los Álamos de las Moreras, sigue empantanado y todo apunta a que el proyecto que se anunció en 2018 no saldrá adelante. La empresa Gastromorfosis tenía prevista una renovación total de las instalaciones para crear el restaurante Okapi. La intervención en este establecimiento, de 400 metros cuadrados en dos plantas y con una terraza de otros 200, preveía una inversión que rondaba el millón de euros. La obra se paralizó en junio de 2019, después de acometer los primeros trabajos de demolición interior y desescombro del local. Luego llegó la pandemia y la situación se complicó.

Los concesionarios han pedido varias prórrogas para retomar los trabajos, pero el Ayuntamiento se ha plantado. Ha dado de plazo hasta el próximo mes de septiembre para que esté acabada la reforma. Si no, la concesión, para un periodo de casi veinte años y con un canon anual para las arcas municipales de 36.000 euros, se anulará. En el departamento de Patrimonio del Consistorio tienen asumido que los adjudicatarios dan por abandonado el proyecto con lo que volverán a sacarla a concurso a partir del próximo mes de octubre.