Valladolid

Las barcas dragón que surcan el Pisuerga con un lema compartido: «No tenemos límites»

El primero de los grupos es Fundación Personas. El segundo, Valkirias, el club deportivo de mujeres remeras que han superado un cáncer de mama. Juntos, integrantes de ambas entidades, han compartido paseos por el río en una jornada solidaria que forma parte del proyecto Mirar, una iniciativa impulsada por Leo Harlem y que cuenta con la colaboración del escritor Gustavo Martín Garzo, el artista Gerardo Vacas, con la ayuda de La Caixa, Aquavall y la empresa en impresión Dexter.

«Siempre que se habla de proyectos de personas con discapacidad se mira al área de inclusión o la laboral. Las dos son muy importantes, pero nos dimos cuenta de que también había que potenciar la vertiente artística. Soy un gran defensor del arte sin conocimientos teóricos y es importante que nadie se ponga fronteras a la hora de expresarse a través del arte. No vale eso de 'yo no sé dibujar'». Por eso, desde hace cuatro años, el proyecto Mirar incentiva la creatividad artística de personas con discapacidad intelectual. «Porque todos tenemos una mirada particular y personal sobre la vida», es uno de sus lemas.

«En Fundación Personas tenemos verdaderos artistas», dice María Ángeles García, presidenta de la entidad. Y añade: «Pero, sobre todo, somos personas que hemos demostrado un importante deseo de superación. Y eso es algo que también se puede ver en las deportistas de Valkirias, que han hecho frente al cáncer de mama». Frente a la enfermedad, contra los prejuicios, ante las trabas sociales, una idea clara: «No hay límites». «A veces se mira el mundo de la discapacidad desde el punto de vista de lo que no se tiene, de aquello de lo que se carece, pero hay que poner el acento en todas esas cosas distintas, en todas esas capacidades que tenemos y también nos definen», indica Satur Merino, otro de los impulsores del proyecto Mirar.

«Afrontar este tipo de actividades es un reto, pero los resultados son fantásticos», aseguran Rubén Bobo González y Noemí Ruiz, de Fundación Personas en Zamora y Palencia, respectivamente. Ellos han preparado esta jornada, durante las últimas semanas, junto a los usuarios de sus programas. En varias sesiones, se han encargado de pintar y diseñar los remos con los que luego han hecho avanzar las barcas dragón. Hay palas decoradas con animales exóticos, con motivos vegetales, con peces de mil colores. Durante varios días, aprendieron a remar en seco, sentados en el aula, para luego ayudar a las Valkirias en su desplazamiento por el Pisuerga. Y ellas, están encantadas con la experiencia.

«Participar en actividades así es vida», dicen Ana Isabel Estévez y Mónica González, enfundadas en las camisetas moradas y rosas del club. Ellas son dos de las cuatro remeras expertas (también Concheta o Vanesa) con las que ha contado esta actividad, con rutas por el río en las que también han remado integrantes de Fundación Personas.

Además, han decorado con dragones un contenedor donde el club deportivo guarda su material y, por la tarde, han llenado de nidos el parque de Las Norias, donde tuvo además lugar la presentación de 'Pucelita, la sirena del río Pisuerga', un cuento escrito para la ocasión por Gustavo Martín Garzo. «La sirena, como la mayor parte de las criaturas de los cuentos, se caracteriza por ser diferente, por no entrar en ese concepto de normalidad que es cada vez más estrecho. La normalidad es una cualidad estadística. Y no se puede valorar a las personas por amoldarse a esa estadística. Tenemos que valorarlas por sus sueños, por sus deseos, por sus anhelos…». Y gran parte de esas aspiraciones se canaliza a menudo a través del arte, de la creatividad. Escribir, pintar, hacer música «como una de las vías por las que nuestros sueños encuentran acomodo en la vida real», explica Martín Garzo, junto al embarcadero del centro de piragüismo Narciso Suárez.