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Saray Horcajada
Valladolid
Domingo, 28 de julio 2024, 19:02
En cada barrio de Valladolid asoma alguna barbería por sus calles. Existen tantas como cortes de pelo: 'mullet', 'mohicano', 'taper fade' y los que quedan por venir. Unos peinados que se guían por las tendencias de futbolistas, cantantes o incluso tiktokers. La personificación y originalidad de cada corte es lo que va a marcar la diferencia frente a la alta oferta de estos locales.
Las barberías han vivido un gran cambio en los últimos tiempos convirtiéndose en verdaderos centros creativos donde los estilos de moda, la precisión y la inspiración de redes sociales juegan un papel fundamental. Conseguir un degradado meticuloso, donde la tijera y la máquina se combinan para lograr un acabado preciso, no es tarea fácil. Las diferentes formas y estilos de peinados han logrado convertir a las barberías en centros de arte en los que los barberos, a modo de pintores, elaboran sus cortes como si de un lienzo se tratara.
Una profesión que no entiende de edades. Cada vez son más los jóvenes que se quieren dedicar al mundo de la barbería. Carlos Yllera es uno de ellos. Empezó en 2020, en plena cuarentena, y desde entonces no ha parado de aprender. «A raíz de la cuarentena me formé y empecé a trabajar de este sector. Ahora llevo en esta barbería tres meses». Polis Barber es el local al que acude todos los días a trazar los cortes más modernos del momento: «Ahora en el verano sobre todo se hacen cortes bastante cortitos. La gente se está rapando bastante para estar más comodos y pasar menos calor».
Y es que muchos de sus clientes vienen con una idea establecida de lo que quieren, gracias a las redes sociales donde ven numerosos peinados a diario que los barberos tratan de imitar. «Últimamente vienen con TikTok o Instagram y te dicen quiero este diseño o corte de pelo de este influencer o de algún futbolista del momento como Bellingham», afirma el joven barbero, que asegura que algunos de sus clientes se desplazan desde otras barrios o pueblos de Valladolid. «A veces vienen de pueblos de setenta u ochenta kilómetros de distancia, porque igual en su barrio o en su pueblo no hay un barbero que les haga un degradado o algún diseño en concreto».
Las redes sociales son la nueva herramienta de promoción de cortes de pelo, donde se suben contenidos con los cambios de look, algo que engancha y logra nuevos públicos y seguidores. Allí Carlos Yllera -CarloloBarber en Instagram- ha encontrado un nicho de mercado y ya acumula más de 10.000 seguidores en Instagram. «Comencé con las redes sociales cuando empecé en esta barbería. Muchas veces termino mi horario de los sábados y corto a clientes después para grabar mis vídeos y promocionar los peinados. Le dedico bastante tiempo».
Ahora que es verano y 'todo vale' los clientes arriesgan más en sus cortes. «En verano, está el corte 'buzz cut' o 'bascat', que es raparse toda la cabeza, pasar un número por arriba y degradarse los laterales bastante altos, degradado en pico y la mohicana, se hace bastante. Especialmente ahora en verano que hay menos compromisos se hacen bastantes diseños», comenta.
Pese a las nuevas tendencias y cortes que se practican en las nuevas barberías, el concepto de 'Polis Barber' tiene su origen en el 1983. Cuando su anterior propietario, Hipólito Pérez, fundó la primera peluquería unisex en el Barrio de las Delicias. El relevo generacional continuó y su hijo y actual propietario, Pablo Pérez Burón, decidió estrechar el cerco y dedicarse exclusivamente al concepto de barbería. Con dos locales, uno en Arroyo de la Encomienda y otro en Villa del Prado, en el que trabaja Carlos desde su inauguración a principios de este mismo año.
Aún así Pérez con su 45 años de experiencia en el sector comenta que el concepto de esta nueva barbería es mantener la esencia de lo tradicional. «Hay que buscar la excelencia en el mundo de la peluquería, no solo que el cliente venga y se corte pelo. Medir los tiempos, que están diseñados para que cada cliente escoja su corte, el cuidado de los productos, desinfectar máquinas utilizadas. Es decir, mantener la base pero incorporar los nuevos elementos».
Con la llegada de peluquerías 'low cost' a precios más competitivo que los 16-19 euros que rondan el resto de barberías. Para diferenciarse se basan en la personalización del servicio. «A veces en peluquerías más económicas los servicios que dan son de 10-15 minutos y no da tiempo a detallar el corte, ni dedicarle el tiempo que se merece. O servicio de lavar la cabeza, no está incluido. Al igual que cambiar la navaja, tener las máquinas limpias son cosas que a mí ya me parecen normales, pero hay barberías o peluquerías que a día de hoy no lo ofrecen», afirma el joven barbero.
Saúl Redondo es un cliente habitual en 'Polis Barber', donde suele acudir cada dos semanas. «Soy muy atrevido ya que me crece el pelo muy rápido, voy variando el corte cada vez que vengo». Esta vez apuesta por un degradado con un peinado arriba hacia adelante que destaca «la profesionalidad de la barbería», lo que le hace volver cada 15 días.
En la concurrida y larga calle de López Gómez se encuentra la barbería 'Donde Alex'. Allí José Alejandro Urra, también llamado Alex, lleva cuatro años con el negocio. Una profesión que le viene heredada de su abuelo y su tío. «Cuando empecé en el mundo de la barbería rápido me di cuenta que quería montar una, pero que fuera diferente. Esta barbería tiene un rollo distinto, con cosas que he ido comprando personalizadas para que tuviera una esencia que se pareciera a mí y que la gente venga a cortarse el pelo y a pasárselo bien», comenta Alex mientras corta el pelo a uno de sus clientes. «Los cortes más demandados son el 'taper', el mohicano, el 'muller' y los degradados que terminan en 'long fade', que es como un degradado bajito desde el cero rapado. Ahora piden muchos peinados de tiktokers, incluso más que futbolistas», enumera el barbero mientras comenta que los clientes llegan con unas «ideas muy marcadas de esta red social».
El 'muller' o 'taper' son cortes que ya se han llevado años atrás pero ahora vuelven de una forma renovada. «El 'muller' es un corte de los 2000 y el 'taper' es un corte bastante americano, de futbolista de la Premier o de la NBA». Unos cortes de pelo que fluctúan sus precios dependiendo sí está de moda o no. «Cuando empecé sí que tenía un solo precio para todo, pero ahora tengo el corte de moda y el corte básico y el corte degradado. Básicamente porque no tardo lo mismo en hacerle un corte básico a una persona que uno de moda», explica.
Sin embargo, pese a la cantidad de tipos de cortes que se llevan ahora, Alex Urra prefiere los peinados clásicos, «los de toda la vida».« Nos hemos tenido que adaptar un poco al tipo de corte actual, pero si nos pudiéramos definir, yo diría que hacemos una barbería clásica. Y si tuviera que quedarme con un corte sería el clásico de la raya al lado y bien peinado», comenta el barbero que aun así intentan innovar constantemente a través de diferentes formaciones. «La semana que viene tenemos una formación para mí y para los demás barberos del local. Hay que estar innovando y aprendiendo todos los días o te quedas atrás, por la competencia que hay». La frecuencia y la franja de edad de su clientela es bastante variada: «Hemos llegado a tener clientes que han cogido cita durante todos los viernes durante un año».
La barba está de moda y no solo la barba, el bigote, la perilla o incluso ambos. Muchos clientes acuden a las barberías exclusivamente a recortarla y arreglarla sin la necesidad de cortarse el pelo, aunque suelen ir de la mano. «La mayoría de gente lleva barba y más cuidada que antes. Se suele tardar media hora en arreglarla, se dedica bastante tiempo. Es el maquillaje de los hombres», comenta el joven barbero Carlos, que añade que antes «o se afeitaba la barba o se dejaba larga y ahora es similar al corte de pelo».
Si hace unos años el sector de la barbería era inexistente ahora está en la cresta de la ola, una ola que no sabemos lo que durará ante la gran disminución de la duración de las modas gracias a las redes sociales. Donde proliferan 'expertos' en el sector, muchas veces sin ningún tipo de rigor. «Tik Tok es una plataforma en la que mucha gente da consejos y hace cosas que realmente no tienen ni tanta experiencia. Simplemente se ponen delante de una cámara y les llega el boom», comenta el propietario y barbero Alex Urra, que «prefiere trabajar y tener la peluquería llena a estar creando contenido para redes sociales».
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