Las banderas de la comunidad vuelven a ondear en Zorrilla en su enésima renovación desde 1998

«Las banderas sufren mucho con las inclemencias meteorológicas (viento y lluvia), al igual que con la contaminación, y acaban en muy mal estado cada poco tiempo», reconocen fuentes municipales antes de recordar que la última vez que sustituyeron las banderas de la glorieta fue hace solo nueve meses.

Y no es una intervención menor si se tiene en cuenta que a estas alturas de vida del conjunto, inaugurado en un lejano 9 de diciembre de 1998, se rondan o superan ya la docena de renovaciones de una banderas cuyo coste por unidad es de 60 euros, es decir, que cada operación cuesta a día de hoy 600 euros solo en cuanto a las enseñas en sí. Pero es que para sustituirlas es necesario desplegar una escala del Servicio de Extinción de Incendios, una cuadrilla de operarios municipales y una patrulla policial para cortar los carriles de giro de Zorrilla hacia el polígono de Argales.

Así lo han hecho de nuevo este martes. Los operarios y bomberos han retirado una a una las banderas, en su mayoría hechas jirones, que aún ondeaban en los mástiles de quince metros de alturas, en los que se ha sustituyeron hace solo dos años los perfiles (enganches) para evitar que se soltaran. Pero algunas de las banderas habían volado ya y el resto presentaban un aspecto poco edificante que invitaba desde hace semanas a su renovación.

De manera que hoy se han vuelto a reponer las enseñas en el marco de la enésima 'operación bandera' realizada en la singular glorieta de la Comunidad desde su inauguración hace 24 años, a cargo de los entonces presidente de la Junta, Juan José Lucas, y alcalde, Francisco Javier León de la Riva. Y ahora, de nuevo, las diez banderas (una de cada provincia y la de Castilla y León) vuelven a lucir como nuevas en la isla de hormigón emplazada frente al Espacio Joven y el Lava del antiguo matadero.

La glorieta de la Comunidad, en la que se invirtieron 578.000 euros (95 millones de pesetas entonces), es una obra del reconocido arquitecto vallisoletano Primitivo González, que incorporó nueve parterres de minerales de cada provincia a los pies de los mástiles que lucen sus enseñas. Eso además de incorporar en el estanque (cuyo vaciado y limpieza se realizan también de forma periódica) unas ondas metálicas que evocan las llamas del escudo de Valladolid de 1621, una pasarela de madera que conduce al Lava desde el Cuatro de Marzo y un primer parterre de plantas aromáticas representativas de la región.

La inauguración de la glorieta del matadero tuvo lugar en el marco de la reordenación del tráfico del paseo de Zorrilla a su paso por el Cuatro de Marzo y La Rubia, cuando se colocaron, entre otros elementos, la singular escultura de homenaje al cine 'Escenario para una película', del artista norteamericano Dennis Oppenheim, cuya creación no fue del todo bien entendida por algunos de los presentes aquel día, quienes llegaron a preguntar al artista y a las autoridades (visitaron la obra a continuación de la apertura de la glorieta): «¿Sabéis si van a poner palomas en este palomar?». Juan José Lucas, comprensivo, le dijo aquel día, al autor: «Todo lo novedoso es difícil de entender al principio».