Cae una banda con 62 antecedentes por robar 185.000 euros de cobre de las vías del AVE

Los investigadores atribuyen por ahora al grupo media docena de robos de cableado en busca del preciado metal (su valor ronda los ocho euros por kilo) de las líneas férreas de Valladolid (Santovenia y Valoria la Buena), Palencia (Soto del Cerrato y Torquemada) y Burgos (Villaquirán de los Infantes), en algunos de los cuales obligaron a detener la circulación (en uno de los robos se cortó tres horas la vía y se detuvieron diez convoyes); así como dos asaltos a explotaciones agrícolas de Tudela y Laguna y dos robos de coches. Estos últimos vehículos sustraídos eran los que utilizaban para desplazarse en sus golpes, trasladar el material y acudir posteriormente a chatarrerías de Valladolid y Palencia para vender (en pequeños lotes) el botín.

Los sospechosos son tres delincuentes habituales de la capital. El mayor de ellos, O. P. C., de 52 años y con quince antecedentes (robos y drogas), ya fue detenido en mayo de este mismo año por robar cableado del alumbrado público en la calle Caamaño de Delicias y sumaba otros arrestos por vender droga al menudeo y otros robos de material de obra en la capital. De una edad similar, 50 años, es el segundo sospechoso, R. G. M., con cinco antecedentes en su historial. Y el más joven de los tres, T. N. M., de 39, acumula la friolera de 42 antecedentes por robos, incluidos algunos por sustraer precisamente cableado de cobre (fue detenido por robar cable del alumbrado en la Ciudad de la Comunicación en 2013) y otros por atracos con violencia. Los tres quedaron en libertad con cargos al día siguiente de su detención, que tuvo lugar el 3 de octubre en una redada desplegada por la Guardia Civil.

Los agentes comenzaron la investigación sobre el grupo a finales de agosto, cuando comenzaron a acumularse los robos en las líneas del AVE, y los cortes obligados de los trenes para reponer el cableado sustraído. Los guardias lograron semanas después identificar a los tres presuntos integrantes del grupo y, después de varias vigilancia, comprobaron sus desplazamientos a distintas chatarrerías, en las que confirmaron que habían vendido tanto el cableado como las baterías sustraídas en diferentes ocasiones.

Las cámaras de seguridad de la vía férrea captaron, incluso, algunos de sus golpes, en los que se desplazaban en coches sustraídos para colarse al lecho ferroviario cortando la verja de seguridad. Después, equipados con una cizalla, forzaban las arquetas bajo las que discurre el cableado para sustraerlo y llevarlo de vuelta al vehículo. Los dos coches sustraídos que habían utilizado para sus golpes fueron recuperados por los agentes en el marco de la denominada 'operación Cuvaro'.

Los tres sospechosos son aún investigados por la comisión de otros posibles robos de la misma factura registrados en el último mes y medio en el entorno de Valladolid. Los agentes, además, les atribuyen un delito de desórdenes públicos.