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Galerías de madera de la calle Cebadería número cinco, a la altura de la Plaza del Corrillo y en la esquina de la calle del Val. Rodrigo Ucero
El Hilo

Los balcones de Valladolid con las galerías más bellas

Esta solución arquitectónica está inspirada en elementos utilizados en la construcción de los barcos y motivada por la eficiencia energética

Álvaro Bravo

ladolid

Lunes, 16 de enero 2023, 00:35

En las cercanías de la Acera de Recoletos, de la calle Santiago y de la calle Miguel Íscar hay decenas de edificios de finales del siglo XIX y principios del siglo XX con balcones cerrados.

Las galerías acristaladas son un elemento arquitectónico típico del norte de España. No en vano, La Coruña es conocida con el sobrenombre de la Ciudad de Cristal por sus galerías de la marina en las calles aledañas a la Plaza de María Pita. Sin embargo, en las ciudades de Castilla no es tan frecuente encontrar rastros de este recurso constructivo. Es momento de abrir El Hilo:

Balcones decorados con columnas griegas en la calle Miguel Íscar. Rodrigo Ucero

• Todos los balcones sobresalen de las fachadas de los edificios, rompen con la sensación de línea recta, de plano y es común que sean de colores llamativos. Además, captan la atención de los viandantes porque no es posible encontrar una calle entera en del Valladolid con estos singulares elementos en todos sus edificios. El diseño de herrería que ornamenta estas balconadas es único, hay motivos florales, figuras humanas talladas en madera, geométricos y columnas que hacen referencia a la cultura clásica. En la elaboración de estos se utilizan distintos materiales como madera, hierro, piedra y yeso. La única constante es que no se repiten los patrones decorativos en la balaustrada del balcón.

Galerías en la calle Miguel Íscar. Rodrigo Ucero

• El arquitecto holandés Rem Koolhaas, una de las figuras de este sector más reconocidas a nivel mundial, publicó el libro 'Elements of architecture' en 2018 que analiza en varios capítulos el balcón con galería en Europa a lo largo de los siglos. Las referencias españolas en esta disciplina son más bien escasas -se concentran principalmente en el noroeste de la península- mientras que son más populares en las ciudades centroeuropeas de Viena, Praga o Berlín. «El vidrio hasta la Revolución Industrial fue considerado un elemento de lujo destinado únicamente para la elaboración de copas u objetos más pequeños», asegura el catedrático por la Universidad de Valladolid Eduardo Carazo. Una causa que explica esta moda es que las existencias de vidrio eran mayores cada vez por una producción más industrial y la Real Fábrica de Cristales de La Granja (Segovia) era uno de los principales centros de fabricación de vidrio plano en España.

Galerías en la calle Miguel Íscar /Rodrigo Ucero

• La galería, cuando se añade al edificio, desdobla la fachada, hace que obtenga un grosor habitable y la vuelve transparente en esta capa acristalada, es lo que concluye Cristóbal Espiñeira en un estudio académico. A primera vista puede parecer que el motivo principal de este elemento arquitectónico en la ciudad es estético, pero hay motivos de índole práctica. Normalmente, además de la vidriera exterior, estos balcones incluyen en el interior de la vivienda otro cristal que separa el ventanal del resto de la vivienda. Esto produce que el sol caliente este espacio, además de actuar de aislante térmico y formar una especie de invernadero. En el pasado había muestras de construcciones que buscaban la eficiencia energética para los hogares, un concepto tan de moda en nuestros días.

Balcones de madera en el centro decorados con figuras humanas y de criaturas mitológicas. Rodrigo Ucero

• El vidrio con marco de madera envuelve los edificios de mampostería de piedra para actuar como un dispositivo climático y así proteger del frío y de la humedad al resto de la construcción, acorde a la publicación de Koolhaas. Es conocido en arquitectura bajo el término el espacio intermedio para delimitar el exterior de la vivienda con el interior. Además, el autor holandés vincula el uso de estos balcones en ciudades costeras con la imitación en su forma del casco de barcos, los cuáles también utilizaban vidrio en el puente de mando. Una opinión compartida por Carazo: «el movimiento artístico del modernismo emplea elementos tomados de la arquitectura naval como las galerías que rodeaban el camarote del capitán con madera y vidrio. Generan belleza, son novedosas y ayudan a conseguir una sensación de confort térmico».

Galerías de madera de la calle Especería número cinco a la altura de la Plaza del Corrillo. Rodrigo Ucero

• Las galerías eran una construcción para las clases pudientes, puesto que los materiales empleados en su construcción presentaban un coste elevado que no era asequible para las clases populares. Otro de los orígenes son las balconadas de madera continuas del norte español, que encuentran la solución a las inclemencias del invierno al utilizar cristal para recubrir los huecos. Se trata de una opción más ligera que levantar un muro de piedra y permite además seguir disfrutando de la luz exterior.

Detalle del interior de uno de los balcones. Rodrigo Ucero

• Una de las mejores muestras en la capital son las galerías de madera del número cinco de la calle Especería, a la altura de la Plaza del Corrillo y que continua en la esquina izquierda de la calle del Val. La vía se denomina así porque era el lugar en el que se agrupaban los comerciantes de cereal y de las especies, es la continuación de la calle Cebadería, para vender su género en la época de los gremios.

El rojo de la fachada del edificio contrasta con el color gris azulado de las balaustradas de madera de estilo modernista. La decoración es geométrica, con círculos que parecen ruedas, y llama la atención cómo se extienden por toda la esquina del edificio ocupando una gran superficie. En arquitectura una máxima es dar solución tanto estética como funcional a un problema. Frente a la humedad y al frío, buenas son las galerías.

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