Bajan la persiana tras 41 años de enmarcar recuerdos en Valladolid

La historia de Arte Marco, con Laura Pinto al frente de la tienda y encargada del trato cara a cara con los clientes, se remonta al año 1982, cuando la tienda abría el local en la calle Torrecilla. «En el primer local enmarcábamos, porque esa siempre ha sido nuestra especialidad, y también trabajamos todo el mundo de las manualidades con figuras para pintar que tenían mucho auge en aquella época. En aquel local estuvimos 20 años, pero al no tener opción de compra y solo alquiler decidimos trasladarnos y comprar un nuevo local en la calle Felipe II, que es donde estamos actualmente», recuerda Pinto.

20 años en la calle Torrecilla y casi 22 en la calle Felipe II dan para mucho. «Compramos el local del Bar Rico, uno de los más conocidos de la zona por aquel entonces y tuvimos que hacer una reforma completa. Tenía cocina y dos baños. Lo tiramos todo y levantamos la tienda, que ha sufrido algún cambio con el paso de los años, como es normal, pero que mantiene la esencia del principio», asegura la propietaria. «Al comprar el local y convertirlo en nuestra propiedad tenemos un plus, si conseguimos alquilarlo, para nuestra pensión ahora que nos jubilamos. Que es bastante baja porque hemos sido autónomos toda la vida», explica.

Con el cambio de local, Arte Marco se adaptó a los tiempos e incorporó en su negocio no solo nuevas tendencias en marcos si no la venta de cuadros. «Incorporamos los cuadros con simbología de Castilla como palomares y paisajes. También la venta de oleos, pinceles y lienzos», esboza Laura Pinto, quien presume orgullosa de la parte que más le gusta de su trabajo: «Sin duda el trato cara a cara me encanta. Siempre hemos sido muy de asesorar a nuestros clientes. Buscar las opciones que más se adaptan a lo que están buscando y hacer una venta personalizada».

Las tendencias cambian con el paso de los años y el mundo de la decoración y, sobre todo, el de los marcos se ha ido adaptando de manera versátil a las necesidades del mercado. «Las tendencias en los marcos cambian a la vez que la de los muebles. Hace unos años se llevaba mucho la madera. Ahora la tendencia a cambiado, es todo más minimalista. En los últimos años hemos vendido mucho blanco, plata y grisáceo», comenta Laura Pinto.

Una especialización, la de la enmarcación unida a la carpintería, que «ha ido cada vez a menos». «La gente ya no tiene la tradición de enmarcar prácticamente nada y tampoco de decorar con cuadros sus casas».

Aún así, Laura Pinto presume de todos los clientes que han pasado por la tienda durante más de 41 años: «Tenemos muchos clientes fijos. Desde gente de oficina, que cada vez que tiene que renovar un título viene a enmarcarlo aquí para su despacho, hasta familias grandes que han continuado con la tradición de enmarcar aquí. He enmarcado fotos de bautizos y orlas universitarias de muchísima gente».