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Un año más Hacienda erró en sus previsiones de recaudación y repartió 'de más' a los municipios vallisoletanos en las entregas a cuenta del ejercicio de 2017, por lo que ahora reclama el exceso en la liquidación definitiva. El fallo de cálculo supera los seis ... millones de euros en el agregado de la capital, los pueblos de la provincia y la diputación. De los 225 municipios que componen el censo provincial y que recibieron estos adelantos en función de las estimaciones de ingresos por impuestos, 49 eluden la devolución, es decir, uno de cada cinco.
Anualmente, con el objetivo de que los ayuntamientos cuenten con liquidez sin tener que esperar a conocer las cifras reales de recaudación, el Gobierno abona una serie de entregas a cuenta basadas en sus previsiones de ingresos por impuestos como el IRPF, IVA, alcohol, labores de tabaco o hidrocarburos.
El reparto se realiza mensualmente entre los ayuntamientos de menos de 75.000 habitantes y en las cuotas se tiene en cuenta, entre otros factores, la población. Las capitales y ciudades de más de 75.000 habitantes, así como las diputaciones, participan también en la distribución del Fondo Complementario de Financiación (FCF). Los consistorios tienen en la participación en los tributos del Estado una de sus principales vías de financiación, que les supone entre el 15% y el 20% del total de ingresos. El resto lo obtienen, sobre todo, de los impuestos locales y tributos propios y completan las entradas de tesorería las subvenciones y operaciones financieras.
En 2017, el ejercicio ahora liquidado, Hacienda distribuyó 37,80 millones de euros a cuenta y el exceso de optimismo se cuantifica en 1,44 millones, que tocan a reembolsar entre 175 municipios. Además, el consistorio de la capital deberá reintegrar 2,40 millones y la Diputación de Valladolid, otros 2,28 millones. En total son 6,13 millones los que han de devolver las instituciones de la provincia.
Llama la atención que, aun cuando las cantidades que los consistorios han de saldar no suponen una gran parte de lo que fue adelantado cuando se extrae la media del total de municipios -en concreto, el 3,8%-, a algunos pueblos el reintegro sí les va a suponer un agujero más o menos grande. Es una más de esas consecuencias que a su vez se vuelven causas de la despoblación: lo que estaba previsto que aportasen en impuestos los vecinos finalmente no se materializó y esto termina por repercutir en forma de una merma de fondos.
En relación a lo recibido, el pueblo que más debe reembolsar es Moraleja de las Panaderas (42 habitantes), a donde llegaron 14.288 euros y ahora debe devolver 7.873, es decir el 55%. A continuación, Ventosa de la Cuesta, Puras y Villalba de la Loma tienen que reintegrar el 36% y Ramiro, el 30%. Por encima del 20% se sitúan Lomoviejo, San Cebrián de Mazote, Santervás de Campos, Valdenebro de los Valles, Morales de Campos y Cervillego de la Cruz.
Otros 35 pueblos sufrieron malos cálculos con excesos entre el 10% y el 20%; mientras que 65 municipios más aparecen por encima de la media pero por debajo del 10%. Entre el 4% y el 0,03% (de Canilla de Esgueva) figuran 61 pueblos y, por último, 49 ayuntamientos de la provincia se quedan como estaban. Entre estos a los que el resultado del recálculo le da cero, Aldeamayor de San Martín es el de mayor tamaño y el que más recibió en forma de adelanto: 833.220 euros.
Por volumen de fondos a devolver, Laguna de Duero (191.000 euros) y Medina del Campo (139.700) son las dos localidades más afectadas, si bien las cantidades apenas representan el 4,5% y el 3,4% de lo adelantado a cuenta. Peor relación presenta en este sentido Peñafiel, donde los 73.000 euros de devolución suponen el 7,7% del total.
Tordesillas, La Cistérniga e Íscar tienen que enviar a Hacienda más de 60.000 euros, mientras que Tudela de Duero deberá aportar 45.000 y Cigales, Zaratán y Simancas, más de 30.000 euros.
El Ayuntamiento de la capital y la Diputación de Valladolid también se ven afectados por esta medida. El primero obtuvo en 2017 14,19 millones de euros de la parte de los impuestos cedidos y otros 64,38 millones del Fondo Complementario de Compensación, es decir, un total de 80,97 millones. Ahora deberá reponer 304.664 euros de la parte impositiva y 2,09 millones de la del fondo, en total 2,4 millones de euros que, en cualquier caso, solo es el 2,9% de la cantidad original.
La Diputación recibió a cuenta 13,19 millones de euros de los impuestos cedidos y otros 63,27 millones del FCF. La liquidación definitiva arroja un exceso de 289.000 euros por los primeros y de 1,99 millones por los segundos, en total 2,28 millones, también un módico 2,95 del total.
Aunque a nadie le sienta bien tener que devolver un dinero que hace tiempo que se gastó, este tipo de reintegros están hasta cierto punto «previstos, presupuestados y descontados», aseguran desde el servicio de Hacienda de la Diputación vallisoletana. Al no ser la primera vez que sucede -«hasta cierto punto puede decirse que no es frecuente, pero que entra dentro de lo normal»-, tampoco coge a nadie por sorpresa. Nada que ver, por ejemplo, con lo sucedido durante la crisis, cuando hubo ejercicios en los que 'tocó devolver' hasta 25 millones de euros. De hecho, en las liquidaciones correspondientes a 2008, 2009 y 2013 el Ministerio de Hacienda habilitó un régimen especial de compensación para minimizar los daños, sobre todo en los ayuntamientos más pequeños. En esta ocasión, algunos consistorios asturianos y andaluces con cantidades más abultadas que las de Valladolid ya han solicitado fraccionar la devolución.
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