![El Ayuntamiento de Valladolid inicia el Plan de Arbolado y supervisará 40.000 ejemplares](https://s1.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202008/24/media/cortadas/arbolado1-kRPD-U1203502300RwG-1248x770@El%20Norte.jpg)
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Los trabajos para poner en marcha el primer Plan de Arbolado de Valladolid acaban de comenzar. Varios expertos, liderados por el ingeniero agrónomo balear Toni Serra, han iniciado la fase de toma de datos para establecer un listado de los 40.000 árboles que ... se encuentran en la actualidad en las calles de la ciudad.
El proyecto, que se ha licitado por 40.327,19 euros y que ejecuta la empresa Eulen, se desarrollará durante los próximos seis meses, «hasta principios de 2021», avanza el director de Parques y Jardines, Ángel Asensio, quien admite que se trata de un programa ya puesto en marcha en otras ciudades, de las que se han tomado como ejemplo «fundamentalmente» Palma de Mallorca y Sevilla.
El Plan de Arbolado es una primera piedra sobre la que se elevará una futura ordenanza que marque las directrices en esta materia para las próximas dos décadas en Valladolid. «Ahora mismo existe un problema especie-espacio, que muchas veces se resuelve en función del técnico, y se quiere regular», agrega Asensio en línea con el pensamiento de la concejala de Medio Ambiente, María Sánchez, quien entiende «como fundamental» este plan «para la ciudad del futuro». «Los árboles, además de su función estética o de sombra, también ayudan a regular la temperatura», subraya la edil, quien señala un decálogo elaborado por Parques y Jardines al que dará respuesta el proyecto que lidera Toni Serra en la actualidad.
El Ayuntamiento dentro de esos diez puntos que sientan la hoja de ruta, entre los que también está dar respuesta al cambio climático o fomentar la sostenibilidad y reducir el gasto público –por ejemplo, con árboles que no levanten las aceras con sus raíces, o con una poda más sencilla–, también busca una coordinación con otros servicios municipales a la hora de urbanizar en el futuro. «Se trata de estructurar una urbanización que puede coordinarse por ejemplo con la colocación de farolas. Ahora muchos árboles están junto a ellas, lo que perjudica a la luz que dan. Estas cosas se quieren regular... O que la plantación sea de especies cuyas copas sean menos frondosas en determinados lugares para evitar el choque con fachadas...», señala Ángel Asensio, al tiempo que admite que la mayoría de los problemas actuales tienen que ver con el impacto de los árboles con determinadas fachadas y las quejas de los vecinos.
«La mayoría de los ciudadanos entienden los beneficios de contar con un buen número de árboles en la ciudad, por lo que suponen para la absorción de CO2 o la regularización de la temperatura, pero también es verdad que hay a quienes les molesta todo, porque les resta visibilidad de la calle; o les da sombra en sus hogares o en las piscinas, en el caso de algunas urbanizaciones, con algunas actuaciones que hasta son condenables», señala Asensio.
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El modelo elegido para el plan de Valladolid es similar al de Palma de Mallorca. Toni Serra, que cuenta en su equipo con ingenieros agrónomos de la Universidad de Valladolid en Palencia, desvela que el proyecto implantado en Palma de Mallorca se enfrentó «a características similares a las de Valladolid en 2011». «Allí contábamos con unos 35.000 árboles en las calles, con la misma problemática de las raíces en las aceras. Se elaboró un plan, que no era director, como el que se está haciendo en Valladolid y que tampoco tenía carácter de normativa, pero que permitió a la ciudad tener un protocolo durante esta década», explica el especialista que ya desvela algunos de los problemas o características que se ha encontrado en los primeros quince días de análisis en el suelo vallisoletano.
«Aquí existe una gran cantidad de chopos, por ejemplo. Es un árbol que crece muy deprisa y que tiene la madera muy blanda, pero no dura tantos años. La tendencia sería a reducirlos», afirma. «También existen muchos pinos, con una problemática importante en su plantación de origen, lo que lleva a su caída o vuelcos... Quizá habría que apostar por especies con una altura y copa media, y que sean resistentes a una posible sequía», adelanta el ingeniero balear.
El especialista mallorquín también indica que el plan debería diseñar el proyecto a seguir «de las dos próximas décadas», en las que las plantas van a jugar un papel fundamental contra el cambio climático y como un elemento dinamizador de la ciudad del futuro, y deja claro que este se ciñe a los árboles de las vías urbanas, no a los de los parques, que en Valladolid suman otros 40.000 ejemplares para un total de 80.000, distribuidos en zonas como el Campo Grande, Contiendas o Fuente el Sol, por ejemplo.
El trabajo de inventario que se realiza durante estos días tiene también como objetivo agrupar los árboles por unidades de gestión, y seleccionar los ejemplares «de características similares». «Así es más fácil evaluar cuál será la opción para cada zona. Con estos datos sabemos si se optará por determinados cambios, renovaciones o directamente por sustituciones de elementos», señala Toni Serra, quien se ciñe al pliego remitido por Parques y Jardines para evaluar también características como el diámetro, la altura, el estado o el riesgo que puede tener un determinado árbol para el entorno o los vecinos. «Es una de las particularidades en las que más empeño estamos poniendo», termina.
El Grupo Municipal Popular denuncia «el abandono» de varias zonas verdes de la ciudad, «como la senda de Arcas Reales, los paseos de la ribera del Pisuerga o la plaza de Las Norias», señalan en un comunicado. Los populares afirman que el actual equipo de Gobierno «no solo no ha acrecentado, ni construido nuevos parques en la ciudad, sino que es incapaz de conservar los existentes». Al mismo tiempo, asegura que la principal actuación en zonas verdes del actual gobierno municipal «se reduce a unas ofensivas de macetas verticales, muy alejadas de una solución eficaz en defensa del medio ambiente».
En este sentido, los concejales del PP también señalan a la concejala de Medio Ambiente, a la que le han preguntado «sin suerte» por las labores de desbroce en la ciudad. «Parece que la respuesta se está alargando. La dejación de algunas de estas zonas de la ciudad no es por un simple retraso, sino que obedece a numerosos años sin mantener», lamentan.
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