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Su apoyo, recalcó Pablo Vicente de Pedro, «no es un cheque en blanco». Ciudadanos advirtió este martes al equipo de Gobierno que encabeza Óscar Puente de que «estará vigilante y será exigente» para que el ejecutivo local cumpla los once puntos del acuerdo firmado con ... la formación naranja, un pacto que ha permitido a la coalición formada por PSOE y Toma la Palabra aprobar los presupuestos «con mayor apoyo de la historia democrática del Ayuntamiento», según destacaron ambas formaciones. El pleno dio luz verde, con los votos en contra de PP y Vox, a las cuentas para 2021, que alcanzan un montante de 363 millones de euros y que prevén una inversión de 76 millones para favorecer la reactivación económica y social tras los devastadores efectos de la covid-19.
El portavoz socialista y concejal de Hacienda, Pedro Herrero, calificó el documento como el «más ambicioso» de los últimos once años y subrayó que serán «el primer peldaño» para la recuperación, mientras que María Sánchez, de Toma la Palabra, lamentó que haya tenido que venir una pandemia mundial «para recordarnos algo tan básico como que las personas son lo primero». «No hubo compasión cuando las víctimas no lo eran de un virus, sino de un modelo económico injusto, que prefirió rescatar a los bancos que a las millones de familias que perdieron sus trabajos, sus negocios y sus viviendas», afirmó.
Ese espíritu es el que ha llevado a Cs a respaldar estas cuentas. «Hemos dejado a un lado las diferencias y las excusas fáciles y hemos apostado por una política constructiva, moderada y útil», reiteró el edil de este partido.
En el lado opuesto, el PP, por boca de su presidenta, Pilar del Olmo, arremetió contra unos presupuestos «continuistas, grises y anodinos», que están diseñados, añadió, como si no se estuviera inmerso en una profunda crisis. La popular puso en duda la ejecución de las diferentes partidas previstas y subrayó que a 30 de noviembre de este año uno de cada tres euros consignados en inversiones no se ha gastado. «Gestionan mal, repiten inversiones de un año a otro, es más de lo mismo», criticó Del Olmo, quien reprochó también que se recurra a un endeudamiento de 50 millones de euros y no haya medidas de apoyo a los sectores más afectados. «El negocio que más va a prosperar es el de la cartelería con el 'se vende' y 'se alquila'», auguró refiriéndose a los futuros cierres por esa supuesta falta de respaldo municipal.
Fue Pedro Herrero el encargado de dar réplica a la líder del PP y lo hizo recordando su gestión en la Junta. El socialista rememoró que cuando Del Olmo accedió al cargo en 2003 la deuda por habitante en Castilla y León «era de 581 euros y cuando lo dejó alcanzaba los 5.134 euros», además de «no ejecutar 5.870 millones de euros» en sus últimas legislaturas y aplicar el céntimo sanitario, «que no fue ni un céntimo, sino cinco, ni se destinó a Sanidad». «Esa es la foto de la pella que ha dejado usted, ¿y nos viene aquí a dar lecciones?», enfatizó Pedro Herrero, quien acusó a la exconsejera de Economía y Hacienda de oponerse a la cuentas «por la batalla que se está librando para dirigir el PP de Valladolid». «Se trata de demostrar quién da más leña al alcalde», consideró.
La popular corrigió al portavoz del PSOE y acotó que la Junta ejecuta siempre por encima del 95%, mientras que el Ayuntamiento solo ha gastado el 38% de la partida destinada a inversiones. También el edil de Vox, Javier García Bartolomé, fue muy crítico con las cuentas. A su juicio, «se trata de los presupuestos de la mentira, con unos gastos desbocados e inversiones que no se van a llevar a cabo». «No hay medidas de austeridad, se van a gastar todos los ahorros municipales y la deuda va a pasar de 350 euros por habitante a 520», argumentó.
Las enmiendas del PP para asegurar la exención y bonificación de impuestos y tasas a los negocios más afectados por la pandemia y para incrementar a 18,5 millones los fondos contra los efectos de la covid decayeron. La primera, porque se incluye en el acuerdo con Cs y la segunda, matizó Herrero, porque «todo el presupuesto» persigue ese objetivo. Tampoco prosperaron las de Vox. Una proponía reducir el 50% –25 millones de euros– la deuda prevista en las cuentas de 2021 y la segunda planteaba reducir impuestos a empresas industriales, de transporte, comercio y hostelería por importe de 2,5 millones.
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