Valladolid

El Ayuntamiento quiere revitalizar el mercado de la plaza de España con más actividades

El diagnóstico de lo que sucede es claro: muchos de los dueños se han jubilado y el reglamento del mercado señala que los puestos sólo se pueden transmitir a los hijos del titular por transmisión directa o a sus herederos, en caso de fallecimiento. Esta restrictiva manera de traspasar los puestos está estrangulando al mercado y el anterior equipo de Gobierno llevaba años trabajando para encontrar una solución que permitiera al mercado contar con más mostradores llenos. La solución que encontró la anterior concejala de área, Charo Chávez, fue sacar una nueva licitación que fue anunciada en marzo, pero el cambio en el Gobierno municipal tras las elecciones del 28 de mayo impidió a Chávez materializar esa propuesta.

La bola del mundo de la Plaza de España lleva medio año girando bajo el mandato del gobierno en coalición de PP y Vox en el Ayuntamiento y el concejal de área es Víctor Martín, que acaba de poner un plazo a esa nueva licitación. «Me gustaría que se sacase antes de que acabe el año», explica Martín poco antes de desvelar que «el borrador del pliego de licitación está elaborado, nos hemos reunido con la asociación de industriales para presentárselo y, aunque hay que darle una vuelta y necesitamos algún bucle más de interacción, está en mi lista de prioridades», señala el edil, perteneciente al grupo municipal Vox.

El anterior equipo de Gobierno explicó en la presentación de su proyecto en marzo que el mercado se iba abrir a otros productos, que iban a salir 16 puestos a licitación, que dos iban a ser floristerías y que los catorce restantes estarían destinados a otros productos. No obstante, la concejala socialista Charo Chávez explicó que las frutas y verduras iban a tener un espacio preponderante, aunque indicó que también iban a optar a regentar uno de estos puestos emprendedores, artesanos y empresas de productos agroalimentarios, artesanales o plantas medicinales y aromáticas que pudieran dotar a este espacio de una oferta comercial más heterogénea. Todos estos aspectos han sido suscritos por el concejal actual, quien explica que se cambiará el mobiliario gracias a fondos europeos, algo que también anunció hace ocho meses la concejala anterior. «Hay un dinero de fondos PRTR -del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España para canalizar los fondos destinados por Europa a reparar los daños provocados por la pandemia- con el fin, fundamentalmente, de renovar los carritos que usan, aunque los industriales están bastante contentos con el carro que están usando ahora», explica Víctor Martín.

Uno de los grandes problemas a los que se enfrenta el concejal a la hora de sacar la nueva licitación tiene que ver con los comerciantes que ya tienen un puesto y que quieren conservarlo. «El obstáculo es la normativa. Hemos consultado con la asesoría jurídica y nos han dicho que no podemos dar prioridad a los que ya están frente a otros que se quieran instalar. Sería lo más cómodo, pero no podemos ir en contra de lo que nos dice la asesoría y el propio reglamento», indica Víctor Martín, quien añade que, pese a que es imposible la adjudicación directa, hay otros aspectos que pueden beneficiar a los actuales titulares. «Hay formas de favorecer al que ya tiene experiencia, al que pertenece al entorno local mediante maneras de baremar que permitan una mayor de facilidad de acceso a los que son de aquí. Lo que está claro es que no podemos asignar de forma directa un puesto a alguien porque ya lo tiene», asevera Víctor Martín.

Félix Gómez es el presidente de la Asociación del Mercado de La Marquesina y hace unos meses aseguraba que una nueva licitación era la mejor manera de salvar el único mercado de alimentación al aire libre de Valladolid, pero a esa frase añadía la condición de que se mantuvieran en sus puestos los industriales dispuestos a seguir con el negocio. Según lo que ha explicado el concejal, esa condición no se puede garantizar y Félix Gómez no acierta a entender que puedan perder su negocio familias que llevan vendiendo sus productos en este y otros mercados durante generaciones. «Yo estoy en edad de jubilación, pero mi hijo quiere seguir y los hijos de los titulares de otros puestos, también. Estamos todos aguantando para ver qué pasa», señala Gómez, quien no entiende la razón por la que no se encuentra algún resquicio legal para que puedan conservar sus puestos.

Pese a las protestas de los industriales, el Ayuntamiento de Valladolid no tiene pensado modificar el reglamento que regula el mercado y el concejal señala que la licitación se ceñirá a ese marco. «Lo que dice el reglamento es que las licitaciones son por diez años con un periodo prorrogable de cinco más. Hace mucho tiempo que se debían haber relicitado los puestos, pero no se ha hecho y lo que tenemos ahora es el resultado de todo este periodo», concluye Víctor Martín.